28 Diciembre 2008
Sospechan que sus hijos consumen drogas, son agredidos por ellos o descubren sustancias en sus casas. Cada vez más padres, desesperados, piden ayuda porque ya no pueden manejar las adicciones de sus hijos. Las consultas en el 0-800-222 DROGA aumentaron un 85 % en los últimos cinco meses.
El servicio gratuito, que pertenece al Programa Universitario para el Estudio de las Adicciones (PUNA), es una línea de orientación y contención. Funciona desde marzo de 2007. Al comienzo, se recepcionaban menos de 30 llamadas por mes. Ahora, los teléfonos suenan cerca de 10 veces al día. Desde junio hasta noviembre, el servicio atendió 1.257 llamadas. Sólo el 16 % de las consultas son realizadas por los consumidores. La mayoría, el 70 %, provienen de padres o amigos. Otro 10 % corresponde a llamadas de interés general y el 4 % son chanzas.
La mayoría de los que llaman son padres y hacen consultas por jóvenes de 22 años. Preguntan porque descubren que sus hijos están consumiendo, porque tienen inquietudes acerca del tipo de vida, porque han sido agredidos o por tratamientos fallidos. En cuanto a las sustancias consumidas, los menores de 25 años llaman para preguntar sobre la marihuana y sus efectos. Desde los 26 y hasta los 35 consultan por la cocaína y la marihuana. A partir de los 36 años, preguntan sobre el alcohol y los psicofármacos.
Las sustancias que más aparecen en los casos de personas que llaman varían según el sexo. Las drogas más consumidas por las mujeres son alcohol y marihuana. En segundo lugar aparecen los psicofármacos y por último la cocaína. Entre los varones, la marihuana es la sustancia más consumida, seguida por la cocaína. En el tercer puesto aparece el alcohol y finalmente, los psicofármacos.
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