WASHINGTON.- Los jefes de Estado de los países industrializados y de las grandes economías emergentes, reunidos en el G20, buscarán mañana y el sábado lograr un acuerdo mínimo sobre los medios de contener la crisis financiera que amenaza al mundo con una grave recesión. La adopción -durante la cumbre de Washington- de medidas concretas reclamadas en voz cada vez más alta por los europeos choca con numerosos escollos.
En primer lugar, la cumbre ha sido organizada por George W. Bush, un presidente republicano, cuyo gobierno está acusado de haber estimulado la desregulación financiera. Su sucesor, el demócrata Barack Obama, sólo asumirá sus funciones el 20 de enero y no estará presente en la cumbre. "La posición estadounidense no es clara y ninguna decisión que Bush adopte comprometerá de manera alguna a Obama", dijo Ralph Bryant, investigador de la Brookings Institution. El G20 concentra el 85% de la riqueza del planeta y los dos tercios de su población. El grupo reúne siete economías avanzadas (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón), la Unión Europea y los principales países emergentes (Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Rusia y Turquía). Con carácter especial España estará representada en la cumbre de Washington. (NA)