Una multitud siguió la maratón de filmes del festival

Grandes y chicos, alumnos y profesionales, padres e hijos, abuelos y nietos... Ningún tucumano quiso perderse la maratón de filmes que compiten en el Festival Tucumán Cine 2008 y que arrancó ayer en las salas del complejo Sunstar. Por la mañana, la película "El piano mudo" fue proyectada en la cárcel de Villa Urquiza.

PARA LA CASA. Los chicos tendrán que hacer un trabajo sobre los filmes.  LA GACETA / JOSE NUNO PARA LA CASA. Los chicos tendrán que hacer un trabajo sobre los filmes. LA GACETA / JOSE NUNO
24 Octubre 2008

Alrededor de 150 alumnos de colegios secundarios del interior coparon el hall de las salas del complejo Sunstar. Deambularon por la alfombra, compraron golosinas, y vieron fragmentos de diferentes películas, ya que salvo el caso de “Luca”, los filmes parecen no haberlos atrapados.
“No sé qué vamos a ver y no sé qué dan. Ya eligió la directora”, respondió María Ponce, de noveno año de la escuela 29 de Agosto, de Juan Bautista Alberdi.
Dos de las películas que dieron a esa hora fueron los documentales “Return to Bolivia” y “Tocando en el silencio”, y más allá de que tratan temas de actualidad como la migración de bolivianos y el sida, los chicos no terminaron de engancharse. “Es muy aburrida”, confirmó uno de los alumnos, que no quiso dar su nombre.
Jorge Villafañe, de Monte Bello, Aguilares, contó que prefiere las películas de terror y las comedias, pero aseguró que quería aprovechar la oportunidad de ver cine argentino. “No conozco mucho, pero está bueno que nos traigan”, dijo.
Pero no para todos fue una carga ir al cine. “La verdad es que está bueno todo esto porque dan películas que no llegaron a estrenarse, y encima a muy buen precio”, señaló Ramiro Díaz, quien fue a ver “Cordero de Dios” con su novia Cristina.
“Luca”, el documental sobre el cantante de Sumo Luca Prodan, atrajo a algunos rockeros. “¡Emocionante, maravilloso!”, se limitó a decir Gaspar. Y Luis remató con una frase de graffiti: “Luca is not dead”.
Luis contó que vio a Sumo en vivo en los 80 (Prodan murió en 1987), y que gracias al filme de Rodrigo Espina conoció la trastienda de una de las bandas más importantes del rock argentino.
Los alumnos secundarios, que casi no se movieron de sus butacas durante la proyección, aplaudieron de pie cuando terminó.

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