23 Octubre 2008
Los años y las modas pasan, pero Motörhead permanece inmóvil como una institución confiable y segura en tiempos de crisis. Fieles a la convocatoria periódica con sus incondicionales seguidores, entregan otro puñado de composiciones en consonancia con su trayectoria.
La legendaria y emblemática banda de heavy metal editó esta semana su nuevo disco de estudio, llamado “Motorizer”, que se mantiene fiel en la línea de su extensa carrera y prueba nuevamente que el rock and roll está vivo y coleando.
“Es otro gran disco para mí y el resto de los muchachos. Creo que deberían comprar tres copias cada uno, pero ahora pienso que mejor deberían insertarlo en sus cerebros”, recalcó Lemmy Kilmister, bajista, vocalista y líder del trío.
Junto al carismático Lemmy, completan la banda Mikkey Dee en batería y Philip Campbell en guitarra.
El disco fue producido por Cameron Webb (Social Distortion, Zebrahead, Papa Roach y Pennywise), que había trabajado en los anteriores álbumes: “Inferno” y “Kiss of death”.
Temas como “Sing the blues”, “Time is right”, “Heroes”, “English Rose”, “Rock out”, “1000 names”, “When the eagle screams”, “Don’t die ashamed”, “Back on the chain” y “Buried alive” integran la esperada y potente placa, que confirma la solidez de la formación metálica. Dotado de la cautivadora efectividad con que suelen estar impregnados los trabajos del grupo británico, el disco muestra un espíritu tan continuista como revitalizado.
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