Enfrenta tiempos de definiciones el sector exportador de frutilla

Enfrenta tiempos de definiciones el sector exportador de frutilla

El congelado de la fruta permite que se puedan almacenar grandes stocks.

05 Septiembre 2008
La frutilla es, entre las frutas finas o berries, la que más se consume en el mundo. Es una fruta con alto contenido de agua (90% de su peso) y con una piel fina, explicó Daniel S. Kirschbaum, de la Sección Horticultura del INTA Famaillá.
Por este motivo, es un fruto altamente perecedero, advirtió. No obstante esta condición -agregó-, las frutillas atraviesan el mundo viajando en barco, incluidas las de Tucumán, que forman parte del comercio mundial de estos berries.
Las técnicas de congelado han hecho posible que inmensos volúmenes de frutillas sean transportados de un hemisferio a otro sin mayores problemas. Por ello, Tucumán exporta entre un 50% y un 70% de su producción como fruta congelada.
La frutilla congelada es un commoditie y se pueden almacenar grandes stocks por varios meses.
Los stocks y demanda mundiales de frutilla congelada determinan los precios, los cuales son bastante estables y oscilan en US$ 1,50. Pero hablar de precios estables en situaciones de costos altos y crecientes, produce miedo, dijo Kirschbaum.
Los altos costos de la energía, de los combustibles, de la mano de obra y de los insumos, y su continuo aumento, son un desafío que las empresas frutilleras deben enfrentar con destreza, para seguir operando dentro de márgenes razonables de rentabilidad, dijo el investigador.
Y si a esto le sumamos la caída del dólar en los últimos meses, y los aranceles de importación que pagan las frutillas argentinas para poder ingresar a la Unión Europea, el panorama se complica más. Esta conjunto de factores negativos lleva a perder competitividad, especialmente frente a países vecinos con situaciones económicas más favorables y políticas exportadoras frutihortícolas más agresivas.
De hecho, Chile y Perú han suscripto acuerdos con la UE para que las frutillas de ambos países no paguen aranceles para ingresar a esa región. Para la Argentina, la exportación es un eficaz tonificante del mercado interno, trae bienestar, confianza, prosperidad y mejora la calidad de vida de miles de familias.
Hoy más que nunca el sector debe unir y redoblar esfuerzos para definir su rumbo, planteó.

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