El impacto que la detención del psicólogo y especialista en violencia Jorge Corsi ha causado en los ámbitos vinculados con este tema, en Tucumán, sigue causando repercusiones. Corsi, considerado un referente en temas como el maltrato infantil o el abuso de menores, fue apresado en Buenos Aires -donde vive- y está acusado de ser el cabecilla de una banda de pedófilos. Según fuentes cercanas a la investigación, los pederastas abusaban de menores que reclutaban en cibers o locales de comidas rápidas, los involucraban en fiestas sexuales, los filmaban y luego subían los videos a internet.
Mientras la editorial Paidós dispuso el martes retirar las obras de Corsi de todas las librerías del país, especialistas tucumanos todavía debaten si los textos del psicólogo tienen validez o no.
La decana de la Facultad de Psicología de la UNT, Adela Estofán, había señalado a LA GACETA que, a su criterio, "hasta que se expida la Justicia, habría que retirar estos materiales de los claustros. Y, si realmente es culpable, con más razón aún habría que evaluarlos. Estamos hablando de pedofilia... Sé que es muy duro lo que digo, pero el tema es gravísimo y doblemente siniestro en cuanto se trata de un especialista en el tema". Consultada nuevamente por nuestro diario, Estofán aclaró que mantiene su postura a título personal, pero que ella no ordenará que no se usen las obras de Corsi en clases. "En nuestra Facultad hay libertad de cátedra, y cada profesor tiene derecho a decidir con qué materiales va a trabajar", subrayó.
Sin autoridad
La psicóloga Marta Salas, profesora titular de Psicología Evolutiva de la Niñez, y por extensión, de Psicología Clínica de Niños y Adolescentes de la Facultad de Psicología de la UNT es una de las profesionales del área que considera que no pueden usarse los libros de Corsi para enseñar en los claustros.
"No podemos decirles a los alumnos: ?el pedófilo tal dijo tal cosa?; Corsi ha perdido autoridad moral; es más, no sabemos si cuando se refiere al tema del abuso no está, acaso, hablando sobre él mismo", añadió la profesional.
Lucidez
"El hecho de que Corsi pueda ser un pederasta no invalida que haya tenido y tenga lucidez para escribir un libro", sostuvo, por su parte, la psicóloga social y lingüista Isabel Requejo.
"La contradicción planteada por un profesional que toda su vida escribió sobre violencia infantil, y que hoy es acusado de ser ejecutante en la práctica de lo que él procuraba evitar, demuestra que ni siquiera la producción científica del conocimiento, hoy, está a resguardo de lo que pueden producir las alteraciones psicológicas", añadió.
Requejo, que reconoció que no había empleado nunca la bibliografía del psicólogo detenido, considera que, si se tuviera que dejar en una biblioteca "sólo los textos de autores sanos y libres de dramas pasionales, las estanterías quedarían desiertas".
"Esto no significa avalar una conducta, que desde todo punto de vista es reprobable, por el padecimiento y sufrimiento que esa persona produjo en quienes se supone que debe cuidar, salvar o curar", aclaró de inmediato.
"Es deleznable que un profesional preparado para preservar la salud mental de los pacientes se escude detrás de su título para ejecutar conductas que avalan la enfermedad más profunda del ser humano: la perversión", añadió la profesional.
"Además, los que leen la obra de Corsi o de cualquier otro intelectual o investigador tienen la libertad de recoger o de desechar una parte o toda su teoría; no es necesario apelar a la ?quema? de libros", opinó.