Hábitos saludables
11 Julio 2008
Evite el alcohol: muchos creen que ayuda a dormir. Esto puede ser cierto en algunos casos, pero en la mayoría origina los problemas  del sueño.

Relajarse antes de ir a la cama: el cansancio altera el sueño. Hay que practicar unos diez minutos algunas técnicas de rélax, sin mirar jamás el reloj.

Actividad física: el ejercicio regular ayuda a tener un buen sueño. La intensidad de los ejercicios tiene un efecto importante a la hora del descanso nocturno.

Tener el dormitorio oscuro, tranquilo y confortable: en muchas personas la luz más tenue y el ruido más ligero son suficientes para perturbar su sueño.

Comer en forma adecuada: no hay que ir a la cama con hambre ni después de comer en exceso. Una panza llena suele mantener despierta a las personas.

No tomar café ni otra bebida con cafeína después del almuerzo: la sustancia mantiene en vigilia y permanece en el cuerpo más de 14 horas.

Restringir la nicotina: fumar un cigarrillo antes de ir a la cama no ayuda a relajarse. La nicotina es nociva para la salud y es un estimulante en el torrente sanguíneo.

Evitar la siesta: esta empeora la situación en quienes sufren problemas del sueño. No obstante, dormir de 15 a 20 minutos puede ser rejuvenecedor.

Las mascotas fuera de la cama: no hay que dormir jamás con animales. Estos pueden disparar alergias o despertar a la persona con sus movimientos.

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