Jorge Guinzburg fue un incansable innovador

El adiós a un grande. El conductor y humorista falleció en la mañana de ayer, después de pasar varios días internado a causa de un problema pulmonar crónico. Las muestras de pesar se multiplicaron desde el mismo momento en que se conoció la noticia de la muerte del conductor.

ALEGRIA DESBORDANTE. En el magazine “Mañanas informales”, Guinzburg dio rienda suelta a su vena humorística, secundado por Ernestina Pais.NA ALEGRIA DESBORDANTE. En el magazine “Mañanas informales”, Guinzburg dio rienda suelta a su vena humorística, secundado por Ernestina Pais.NA
13 Marzo 2008
Buenos Aires.- Multifacético y admirado como periodista, conductor, humorista o productor, Jorge Guinzburg murió ayer en Buenos Aires, y dejó tras de sí una legión de amigos y de colegas acongojados por su pérdida y una carrera que influyó decisivamente en el modo de hacer televisión en la Argentina. Sus restos serán inhumados hoy, a las 10.30 en un cementerio privado de Pilar, tras una ceremonia religiosa en la que sus familiares y allegados más íntimos le darán el último adiós.
Creador de innumerables éxitos, Guinzburg tuvo durante sus 59 años de vida una característica que lo elevó por encima de la mayor parte de sus pares: cada vez que se lo propuso, su talento revolucionó los medios de comunicación, fueran gráficos o audiovisuales. Nacido el 3 de febrero de 1949, se destacó en todos los rubros del medio artístico: fue un versátil periodista gráfico, de radio y de televisión; humorista, conductor de televisión, actor y productor de teatro y espectáculos musicales.
Sus filosas entrevistas fueron uno de los puntos más reconocidos de su trayectoria y le valieron el mote de "enano maldito", por su baja estatura y su rol implacable a la hora de preguntar lo que fuera necesario, incluyendo su famosa pregunta: "¿Cómo fue tu primera vez?", de la que no se salvó casi ninguno de sus entrevistados.
Si bien se desempeñó en todos los tipos de medios posibles, fue la televisión la que lo transformó en una celebridad reconocida por el gran público, luego de su irrupción en los hogares argentinos a partir del retorno de la democracia.
Aunque no fue su primera aparición, indudablemente "La noticia rebelde" fue el programa que marcó su carrera: allí, junto a su amigo de toda la vida Carlos Abrevaya, Adolfo Castelo, Raúl Becerra y un casi adolescente Nicolás Repetto (como movilero) inventó un nuevo tipo de televisión que luego sería imitado hasta el hartazgo.

En todos los frentes
Con la desaparición de Guinzburg y luego del cáncer que terminó en forma fulminante con la vida de Abrevaya y de Castelo, de aquella innovadora camada sólo sobreviven Becerra y Repetto.
En la pantalla chica, fue también autor, conductor y productor de numerosos ciclos humorísticos y periodísticos, como "Penúltimo momento", "Peor es nada", "Sin red", "Guinzburg & Kids", "La Biblia y el calefón" y "Mañanas informales", en la pantalla de Canal 13.En sus comienzos, tras una breve y exitosa carrera como creativo publicitario, trabajó en las famosas revistas "Satiricón" -de la que fue uno de sus creadores- y "Humor".
Su rol como periodista gráfico siguió ejerciéndolo años más tarde cuando publicó una columna dominical en el diario "Clarín" titulada "Desde el Diván", en la que relataba y analizaba la realidad a partir de su experiencia personal durante las sesiones de psicoanálisis.
En 2006, publicó el libro "Sesiones extraordinarias (desde el diván)", que reunía sus columnas publicadas.
Además, durante muchísimos años fue guionista, primero con su amigo Carlos Abrevaya y luego junto con Héctor García Blanco, de la tira cómica "Diógenes y el Linyera", que el historietista Tabaré publica en el mismo diario.
En radio, creó más de veinte programas entre los que se encuentran "En ayunas", en conjunto con Abrevaya, "El ventilador", con Adolfo Castelo y Carlos Ulanovsky, y "Vitamina G".

Un premiado publicista
Además, se desempeñó en varias agencias de publicidad, actividad que le redituó varios premios.
También incursionó en teatro, donde creó, dirigió y protagonizó diversas obras, la última de ellas, "Planeta Show", protagonizada por Wanda Nara, y llegó a ser productor de espectáculos de música como el popular festival de rock en la plaza Próspero Molina de Cosquín, cuando el Cosquín Rock se trasladó a la comuna cordobesa de San Roque.A lo largo de su trayectoria, recibió numerosos reconocimientos nacionales e internacionales, entre ellos, el Premio Konex de Platino como mejor conductor de la década (1991/2000) y el Martín Fierro en varias oportunidades por la conducción, creación y producción de distintos ciclos.
Además, se hizo acreedor a los Premios Broadcasting, Prensario, Argentores, el Premio Media de la televisión española, el Clío, la Medalla de Oro en los festivales de Cannes y Nueva York, y el Premio INTE 2003 en Miami.
Las muestras de dolor por la muerte del "pequeño gigante" se multiplicaron en todos los ámbitos, a través de la televisión, las radios, los portales y los blogs de internet, apenas se confirmó la noticia desde el porteño sanatorio Mater Dei, donde estuvo internado sus últimos seis días de vida, bajo estricta vigilancia médica por una afección pulmonar.
El problema de salud, que no era nuevo, se complicó por una fractura en la quinta vértebra que sufrió durante el verano. Sin embargo, no se emitió ninguna informacion oficial sobre las razones de su fallecimiento. El humorista ya había sido hospitalizado por este problema, aunque él siempre se encargó de restarle importancia a la dolencia.
De acuerdo con la información formal suministrada por sus allegados, Guinzburg murió poco después de las 10.30, a los 59 años, y la noticia se esparció rápidamente por los medios.
Durante los días que permaneció internado, el talentoso conductor estuvo acompañado por su mujer, Andrea Stivel; y sus hijos Sasha, de 19 años, y Ian, de 17. (Télam, NA, DYN y Especial)

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