Aportes del lector

UN MOTIVO DE ORGULLO
Los tucumanos debemos estar orgullosos de tener en la Justicia hombres como los doctores Rodolfo Novillo y Carlos Giovanniello.



LA CONVENCION CONSTITUYENTE DE 1990
Es inobjetable la sentencia que declaró la inconstitucionalidad de disposiciones de la Constitución de 2006. La Constituyente de 1990, en cambio, no aceptó un fallo de la Corte Suprema de Justicia porque esta pretendía limitar la facultad constituyente de la Convención de redactar su propio Reglamento y de determinar que las sanciones iban a efectuarse por simple mayoría, como siempre y tradicionalmente se hizo, y como correspondía. La Corte exigía que se lo hiciera con los dos tercios de los votos de los constituyentes y, de ese modo, arrojar la voluntad reformatoria a la de la minoría, cuya representación se retiró renunciando al mandato del electorado que la había consagrado e incumpliendo sus deberes institucionales. La Convención de 1990 no actuó arbitrariamente ni ejerció de hecho un poder ilimitado que podría haberlo ejercido, sino que, respetando la tradición jurídica de Tucumán, se limitó sólo a la reforma de 150 artículo e introdujo cambios que, en su momento, hicieron que la Carta Constitucional fuera ponderada por toda la doctrina constitucional del país. En efecto, permitió la consagración del sistema unicameral legislativo, la inamovilidad de los miembros del Poder Judicial y la elección directa del gobernador y vice, entre otras innovaciones. Siendo mayoría se cumplió con el mandato del pueblo, no se atacó la división de los poderes, no se permitió el ejercicio hegemónico del poder, ni la transferencia de poderes como bien lo establece el art. 3º que, por suerte, tiene más de 120 años de vigencia en Tucumán.



SE DEBE EXCUSAR ESTOFAN
Celebro el fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, en la medida en que dijo que no al modo en que se pretendía nombrar a los jueces, por parte del Ejecutivo. Antes de dedicarse a acumular más poder, el PE debe conseguir empleo y solucionar el problema de la seguridad. El Gobierno buscaba meter mano en la Justicia, nombrando a los magistrados que él quiere. A los camaristas no les tembló el dedo para decirle que no, en un fallo sin precedentes. Ahora afirma que recurrirá la sentencia ante la Corte Suprema. Si esto es así, opino que se debe excusar al vocal Antonio Estofán, por haber integrado el gabinete. El titular del PE debe dedicarse a gobernar respetando la división de poderes, no como hizo con el Poder Legislativo. El fijó el presupuesto de la Legislatura, aun cuando la Constitución dice que será este poder el que determine los dineros necesarios para su funcionamiento.



HALITO DE ESPERANZA A LOS QUE CREEMOS EN LA DEMOCRACIA
El valiente fallo de los vocales Rodolfo Novillo y Carlos Giovanniello da un hálito de esperanza a quienes creemos en la democracia y en el sistema republicano: puso un freno al desenfreno de Alperovich de apoderarse de los otros poderes del Estado. Cuando él hace las cosas mal, y alguien se lo señala, dice: “me ponen palos en la rueda”. Dijo que iba a respetar la decisión de la Justicia. No lo hizo. Como jubilados transferidos, nosotros sabemos que Alperovich no respeta la Justicia, ni las leyes ni la Constitución. El nos pega con un palo en la cabeza al negarnos lo que la ley determina.