La fonética y la postura escénica son lo que importan para Gustavo Parrado

La fonética y la postura escénica son lo que importan para Gustavo Parrado

El integrante del exitoso trío QV4 da con el timbre y el tono de voces de decenas de cantantes. "Encantadores".

18 Noviembre 2007
“Imitar me divierte mucho; hasta yo me río cuando descubro un personaje de televisión o de dibujos animados que me sale”, cuenta Gustavo Parrado, uno de los integrantes del exitoso trío QV4. “Considero que con los personajes a imitar hay que ser muy observador, tanto en la cuestión fonética como en la postura escénica del intérprete, pero en realidad, es una sumatoria de detalles los que producen una buena interpretación”, responde ante una pregunta.
En el último trabajo del grupo, “Encantadores”, Parrado pasa de hacer a David Beckham que habla en perfecto tucumano y es futuro jugador de Atlético Tucumán, que invita a Robbie Williams a cantar su canción favorita, “Angel”, junto a 17 cantantes, entre ellos Eros Ramazzotti, Tina Turner, Mercedes Sosa, José Feliciano, Dyango, Nino Bravo, Horacio Guarany, Fito Páez, Los Iracundos y Vicentico.
Como se puede apreciar, el músico de QV4 no se echa atrás con timbres tan distintos y géneros tan diferentes. Y para el show que está preparando, anticipa, se incluirán también, a modo de zapping, personajes de la televisión.

No todos, sólo algunos
Gustavo Parrado ganó el premio “Carlos” como mejor imitador de la temporada de Carlos Paz. Para él, “es una disciplina innata que uno descubre, como a todas, y luego va perfeccionándose”.
“Tomo a las imitaciones como algo natural, física y mentalmente. Físicamente, porque creo que es una facilidad innata que tengo, como hacer música o humor. Y mental, porque me divierto y siento que mi público lo percibe y lo acepta de forma positiva”, señala. “Pero aclaro que sólo imito a personajes a quienes no me cuesta hacerlos, por una cuestión de cuidado de mi garganta. Hay muchos que me encantaría poder hacerlos, como Frank  Sinatra, Robert Plant o Freddy Mercury, pero por cuestiones físicas me son imposibles, tengo que cuidarme”.

-¿Cómo llegás a la caracterización de los personajes?
- El desarrollo de cada uno es, primero, mucho trabajo; voy probando voces y las voy compartiendo con mis colegas. Ellos son mi termómetro ya que en el show de QV4 lo que no nos produce 100% de satisfacción queda afuera. En los teatros tengo la posibilidad de la tecnología, pero en los festivales recurro a la voz pura y directa.

- ¿Cuál es la reacción de los espectadores?
- Con algunos el público se emociona; con otros se ríe, y con otros se limita a escucharlos y a dejarse llevar por la fantasía de que ahí, en ese momento, están los originales. Desde el escenario siento la energía de la atención y del respeto que me da la gente. La clave del éxito de un artista es salir al escenario a divertirse, y para eso hay que trabajar duro, muy duro.

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