06 Septiembre 2007 Seguir en 
VOLATIL. El tenor compartió escenario con cantantes populares, como Bryan May. FOTO TOMADA DE YOUTUBE
BUENOS AIRES.- El cantautor británico Elton John y los cantantes Joan Sutherland, Lesley Garret y Katherine Jenkins, lamentaron la muerte de Luciano Pavarotti. "Hoy es un día triste para la música y para el mundo", declaró John, quien cantó junto al tenor en el concierto "Pavarotti y sus amigos".
Sutherland, que había actuado con el italiano a comienzos de la década del 60 indicó que fue una gran alegría trabajar con él. "La calidad de la música que producía era distinta a todo lo que había escuchado antes. Podías saber inmediatamente que era Luciano el que cantaba", declaró.
La soprano británica Garrett afirmó que la muerte de Pavarotti es una pérdida enorme. "Fue una figura universal, alguien decidido a acercar la ópera a todas las audiencias", destacó.
Por su parte la galesa Jenkins dijo sentirse entristecida por la noticia. "Su talento y voz eran únicos y nunca podrá ser reemplazado", subrayó.
Pavarotti actuó por última vez en el Royal Opera House de Londres en enero de 2002, pese a que su madre había muerto poco días antes. "Cuando subió el telón, el aplauso duró siete u ocho minutos. Nunca antes había visto un aplauso tan prolongado, así fue la emoción de aquella noche. La audiencia lo adoraba", recordó Tony Hall, director ejecutivo del teatro.
Italia no encuentra consuelo
En su tierra, el gran cantante también recibió el afecto de reconocidas personalidades. El cineasta Franco Zeffirelli, la cantante Laura Pausini y la soprano Katia Ricciarelli, recordaron a su ídolo.
"Adoraba la música con un sentido de fiesta total. Su mérito más grande es haberla afrontado con un conjunto único, de la lírica a la canzonetta napolitana y de ahí la opereta. A él se debe que la cultura de la ópera comenzó a penetrar en las nuevas generaciones", manifestó Zefirelli.
Por su parte, Pausini dijo que conocer a Pavarotti fue un inmenso honor y uno de los más bellos dones que recibió. Ricciarelli indicó que el cantante era "el Karajan de los tenores", en alusión a uno de los más grandes músicos y directores de orquesta del siglo pasado.
Lo definió como "un artista extraordinario, dotado de una voz de platino, de buen humor, irónico e inteligentísimo, que tuvo el coraje de afrontar cosas que no son de nuestro mundo". (Télam)
Sutherland, que había actuado con el italiano a comienzos de la década del 60 indicó que fue una gran alegría trabajar con él. "La calidad de la música que producía era distinta a todo lo que había escuchado antes. Podías saber inmediatamente que era Luciano el que cantaba", declaró.
La soprano británica Garrett afirmó que la muerte de Pavarotti es una pérdida enorme. "Fue una figura universal, alguien decidido a acercar la ópera a todas las audiencias", destacó.
Por su parte la galesa Jenkins dijo sentirse entristecida por la noticia. "Su talento y voz eran únicos y nunca podrá ser reemplazado", subrayó.
Pavarotti actuó por última vez en el Royal Opera House de Londres en enero de 2002, pese a que su madre había muerto poco días antes. "Cuando subió el telón, el aplauso duró siete u ocho minutos. Nunca antes había visto un aplauso tan prolongado, así fue la emoción de aquella noche. La audiencia lo adoraba", recordó Tony Hall, director ejecutivo del teatro.
Italia no encuentra consuelo
En su tierra, el gran cantante también recibió el afecto de reconocidas personalidades. El cineasta Franco Zeffirelli, la cantante Laura Pausini y la soprano Katia Ricciarelli, recordaron a su ídolo.
"Adoraba la música con un sentido de fiesta total. Su mérito más grande es haberla afrontado con un conjunto único, de la lírica a la canzonetta napolitana y de ahí la opereta. A él se debe que la cultura de la ópera comenzó a penetrar en las nuevas generaciones", manifestó Zefirelli.
Por su parte, Pausini dijo que conocer a Pavarotti fue un inmenso honor y uno de los más bellos dones que recibió. Ricciarelli indicó que el cantante era "el Karajan de los tenores", en alusión a uno de los más grandes músicos y directores de orquesta del siglo pasado.
Lo definió como "un artista extraordinario, dotado de una voz de platino, de buen humor, irónico e inteligentísimo, que tuvo el coraje de afrontar cosas que no son de nuestro mundo". (Télam)
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