Murió Luciano Pavarotti, el hombre que llevó la ópera a las masas

Falleció en Módena a los 71 años de un cáncer de páncreas. Su estado de salud se había agravado durante los últimos días. El tenor había sido operado en 2006 y desde entonces no realizó ninguna aparición pública. Video.

EXCEPCIONAL. Desde su desaparición, a comienzos de la década del sesenta, fue considerado el tenor más grande del mundo. REUTERS EXCEPCIONAL. Desde su desaparición, a comienzos de la década del sesenta, fue considerado el tenor más grande del mundo. REUTERS
06 Septiembre 2007
BUENOS AIRES/ROMA, Italia.- La muerte de Luciano Pavarotti, fallecido hoy a los 71 años, deja a la lírica sin una de las voces que la llevó a las masas, gracias a un estilo que arrasó con las fronteras entre lo académico y lo popular. El tenor, considerado como el más grande del mundo, murió a las 5, después de un larga lucha contra el cáncer de páncreas que había debilitado su salud en los últimos días.

Dotado de una voz excepcional, el italiano supo imponerse en los teatros más prestigiosos del mundo, siempre con su llamativa barba negra, su sonrisa y su enorme corpulencia.

Nacido en Módena el 12 de octubre de 1935, Pavarotti heredó de su padre el amor por la música y, en un principio, quiso ser profesor. De niño asistió a la Scuola Magistrale y dio sus primeros pasos en el mundo de la lírica cuando entró en el coro del teatro de la comuna y en la Coral de Gioacchino Rossini.

En 1955 comenzó sus estudios de canto con Arrigo Polo y posteriormente se trasladó a Mantua, para tomar clases con el profesor Ettore Campogalliani. En 1961, ganó el “Concurso Internazionale de Opera” en donde realizó su primera ejecución profesional de “La Bohéme”, su ópera preferida, de Giáccomo Puccini.

Su buen desempeño le posibilitó pasar al teatro Massimo de Palermo y de allí, en 1963, a la escena internacional con actuaciones en Amsterdam, Viena, Zurich y Londres.

El Rey
En 1965, debutó en Estados Unidos junto a la conocida soprano Joan Sutherland en una producción de Lucia di Lammermoor, primera de una larga historia conjunta, con la que conquistó el corazón de cientos de admiradores en todo el mundo. También actuó en algunas ocasiones con grandes divas de la ópera, como la española Montserrat Caballé y la neozelandesa Kiri Te Kanawa.

Un año más tarde interpretó a Tonio en “La Fille du Régiment” y se consolidó internacionalmente cuando se le concedió el título de “Rey de la Octava Do”, en Londres.

En la medida que su voz se oscureció y creció, interpretó a Mauricio, Ernani, Radamés, Calaf, y en 1992, a Otello, el rol más importante y difícil en su carrera. Desde entonces, su ascenso lo convirtió en el tenor más nombrado desde Enrico Caruso y a su labor lírica le sumó el registro de canciones napolitanas e italianas y varias interpretaciones en vivo junto a cantantes como Sting, Bryan Adams y el vocalista de U2, Bono.

En esa ruta popular se unió a sus pares y amigos José Carreras y Plácido Domingo para una larga serie de conciertos multitudinarios en que se destacaron los de Roma y Los Angeles. “Los tres tenores” hacían macroconciertos que eran transmitidos al mundo entero.

Su despedida
A lo largo de esas presentaciones, Pavarotti concretó -en cuatro de sus visitas- tres grandes shows en la Argentina. El primero fue en 1991 donde lo escucharon 200.000 espectadores en un escenario montado en la avenida 9 de Julio.

En 1995 protagonizó una verdadera fiesta que reunió a 35.000 personas en el Campo Argentino de Polo y en 1999 compartió una noche con Mercedes Sosa en el estadio de Boca, ante 27.000 espectadores.

Aficionado a los caballos, la pasta y el buen vino, este tenor de 1,90 metros de estatura y de un peso de entre 85 y 130 kilos, era padre de cuatro hijas y abuelo. En 2003, se casó en segundas nupcias con su ex colaboradora Nicoletta Mantovani, 30 años menor que él.

Propietario de una de las mayores fortunas del mundo y con una larga discografía en su haber, Pavarotti inició en mayo de 2004 una gira mundial de despedida. En 2006, año en que hizo su última aparición pública, tuvo que interrumpirla para ser operado de un cáncer de páncreas, enfermedad que hoy apagó su voz para siempre. (Télam-AFP-NA)