Los municipios y comunas no llevan un control

Los municipios y comunas no llevan un control

Se instalan muchas antenas sin la debida habilitación, de acuerdo con un informe de la Defensoría del Pueblo. Una afeitadora emite más energía que un celular.

26 Agosto 2007
Durante los últimos seis años, la Defensoría del Pueblo de nuestra provincia intervino en varias oportunidades atendiendo denuncias por la instalación de antenas en zonas urbanas.
“Hay una falta de políticas claras respecto del ordenamiento jurídico que rige la radicación de las antenas de telefonía, así como las de radio o televisión. Pese a existir la Ley General del Ambiente (Nº 6253), no todos los municipios adecuan sus ordenanzas a la norma provincial. En consecuencia, al no haber en la mayoría de los municipios y comunas una legislación que reglamente la radicación, la limite o la prohíba, en algunos casos las antenas son instaladas y puestas en funcionamiento aun antes de estar habilitadas”, denunció el ombudsman Jorge García Mena.
La Defensoría, mediante sucesivas resoluciones, recomendó a los municipios y comunas involucrados en los casos analizados, que adecuen la normativa y que hagan un relevamiento de las antenas radicadas que estén transgrediendo la ley provincial. En esos casos, se pide que gestionen su reubicación en predios ambientalmente aptos.

Energía y calor
Más allá de las molestias que puedan ocasionar las antenas de telefonía celular por efecto del impacto visual que producen, la atracción de rayos durante las tormentas eléctricas y el ruido de sus refrigerantes, no está comprobado que sus radiaciones dañen la salud. Sólo se sabe que tienen una emisión de calor, al igual que las antenas de radiofonía.
“Todas las antenas tienen emisión de calor, incluso las de radio. Se dice que en algunos lugares del mundo, durante una noche muy oscura, se ve en la punta de una antena un color rojo pálido, como si estuviera emitiendo un calor muy intenso”, comentó el químico Juan Carlos Luján, del Laboratorio de Ciencias del Ambiente, de la Universidad Tecnológica.
“En Rusia están trabajando en investigaciones más profundas sobre el tema radiación. Son los estudios más avanzados que existen en la actualidad. Pero la Organización Mundial de la Salud, que aglutina a todos los investigadores del resto del mundo, no tiene un consenso de que la radiación electromagnética sea nociva -especificó Luján. Es más: una afeitadora eléctrica emite más radiación que un celular”.
A medida que los teléfonos fueron mejorando su tecnología, redujeron la cantidad de energía que emiten cuando están transmitiendo una llamada. “Los modelos actuales bajaron la emisión a la quinceava parte, porque manejan mucha menos potencia que la que tenían los primeros aparatos móviles”, precisó el experto.