Se recomienda ser mesurado en el uso del teléfono móvil

Se recomienda ser mesurado en el uso del teléfono móvil

En nuestro país existe una tendencia a abusar del celular, sobre todo por parte de los jóvenes, que lo utilizan a menudo como un medio de esparcimiento.

CONECTADOS. Muchos jóvenes son inseparables del celular. LA GACETA CONECTADOS. Muchos jóvenes son inseparables del celular. LA GACETA
26 Agosto 2007
Hace siete años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) organizó un trabajo de investigación que iba a durar dos años. En 2002 se esperaba tener un panorama científicamente respaldado acerca de la presunta nocividad de las radiaciones de la telefonía móvil. “Con el correr de los meses, la OMS descubrió que uno de los integrantes de la comisión investigadora había sido empleado de una de las compañías de celulares. Eso invalidaba el trabajo. Ante la duda, se clausuraron esos estudios. En estos momentos no hay nada que indique a ciencia cierta que esto es dañino y que es necesario protegerse”, afirmó el ingeniero en telecomunicaciones Luis Alberto Zalduendo, docente e investigador de la Universidad Tecnológica Nacional, Regional Tucumán.
A pesar de la ausencia de una evidencia científica que respalde el mito de la radiación maligna, los países desarrollados adoptaron una política de precaución, según agregó Zalduendo. “Llamativamente, hay algunos comercios en los Estados Unidos que no venden celulares a los adolescentes ni a los niños -aclaró el experto-. La razón es que quieren cubrirse de algún posible daño a la salud que se verifique en el futuro. No quieren que les suceda lo mismo que pasó con las empresas tabacaleras, que perdieron juicios multimillonarios”. Como se recordará, a principios del siglo pasado todavía no se vinculaba al cigarrillo con el cáncer de pulmón, ni había evidencias de que el tabaco fuera perjudicial. Casi cien años después, está comprobado y se desalienta su consumo.
Zalduendo observó que en los últimos manuales de teléfonos móviles hay recomendaciones que antes no incluían. Aconsejan medidas muy simples, como la de no usar el aparato más de tres minutos seguidos. “Otra medida que se aconseja es la de no apoyar el teléfono en la oreja -dijo el ingeniero-. Es muy corriente ver a jovencitos con el aparato pegado a la cara. En realidad, conviene mantenerlo separado unos milímetros de la piel”.
Junto con su colega Oscar Gálvez, Zalduendo realiza menciones de la intensidad de las ondas electromagnéticas que emiten las antenas. Prestan este servicio a las empresas de celulares, que están obligadas por ley a medir estas emisiones y asegurar que no superen ciertos límites de tolerancia. “Nuestras mediciones arrojan valores muy inferiores a los límites - comentó- ¿Qué pasaría si superaran esos límites? No se sabe”.
Habituado a usar un teléfono celular muy completo, en cuya pantalla aparece la foto de su nieta, Zalduendo considera que los móviles son un avance tecnológico muy positivo, que mejoró la vida de la gente. Sin embargo, lamentó que a veces se transgredan las precauciones establecidas. “No puede haber torres de transmisión en el patio de una escuela, pero hemos comprobado que existe una”, dijo.
Con respecto al furor del uso de celulares entre los niños y adolescentes, cree que los padres se los regalan con buen criterio, porque ayudan a la seguridad.
“La tecnología avanza a pasos increíbles. Ojalá todos los aspectos de nuestra realidad social progresaran de la misma manera -reflexionó el docente-. El uso excesivo del celular es una característica de los argentinos. Llama la atención a nivel mundial la cantidad de aparatos que existen en nuestro país. Tal vez se vincule con nuestra tendencia a dedicar demasiado tiempo al esparcimiento”.