Hubo casi 4.000 infracciones por manejar y usar el móvil

Hubo casi 4.000 infracciones por manejar y usar el móvil

Por mes, los argentinos envían más de 2.000 millones de mensajes de texto. Cuando se conduce, se pierde la concentración si se habla por teléfono.

PROHIBIDO. Hablar por un móvil mientras se maneja es riesgoso. LA GACETA PROHIBIDO. Hablar por un móvil mientras se maneja es riesgoso. LA GACETA
26 Agosto 2007
Sirven para no bajar del coche a tocar el timbre. Para saludarse en la cancha. O para concretar un encuentro. Convertidos en las palomas mensajeras de los albores del nuevo milenio, los mensajes de texto SMS (siglas de la expresión inglesa short message system) se mantienen imparables. Por mes, los argentinos envían más de 2.000 millones de misivas, revela un informe de la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina.
Pero hablar más con el pulgar que con las cuerdas vocales no sólo generó una nueva forma de comunicación, sino también de percances. El director de la Policía Municipal de Tránsito y de la Vía Pública, Miguel Angel Molins, revela que hubo un notable incremento de accidentes de tránsito causados por el uso de la telefonía celular.
La aseveración del funcionario se refleja en las cifras. Sólo en la capital, en lo que va de 2007 ya se labraron 3.794 actas de infracción por el uso de móviles al conducir. Los números evidencian un notable incremento con respecto a años anteriores. Durante todo 2006 se registraron 2.135 infracciones; en 2005 hubo 1.931 y en 2004 se asentaron 640.
“Está terminantemente prohibido manejar y simultáneamente utilizar teléfonos celulares que impidan al conductor utilizar las manos para dirigir el volante”, explica Viviana Tirone, jefa del Departamento de Coordinación General de esa repartición.
“Para peor, hay un componente psicológico que actúa como disparador -añade Molins- debido a que la gente no soporta la ansiedad por saber quién la está llamando o enviando un mensaje”.
El director explica que quien responde una comunicación mientras conduce pierde la concentración. “El chofer ya no tiene el control de la situación. Además, los números del teclado del teléfono son muy chicos, lo cual dificulta aún más la tarea de maniobrar y hablar”, concluye.
La semana pasada, en Buenos Aires, murió una mujer que era trasladada en una ambulancia que chocó contra un auto particular. El conductor del vehículo alegó que no escuchó la sirena porque circulaba con el MP3 a demasiado volumen.
Aunque los accidentes causados por los celulares no sólo ocurren sobre ruedas, sino también a patas. Sino, que arroje la primera piedra aquel transeúnte que no tropezó con otro o con una baldosa suelta por teclear palabras con sus dedos.
Carolina Maloberti, de una compañía de seguros generales y de vida, revela que caminar y enviar mensajes al mismo tiempo suele ser causa de incidentes porque el usuario debe bajar la vista hacia el teléfono. “Cuando hablamos, en cambio, mantenemos la mirada levantada”, concluye.

Hay daños indirectos que conviene prevenir

Hay consecuencias del uso del celular que indirectamente podrían perjudicar la salud. Por ejemplo, se constató la activación de airbags en automóviles por esta causa.
Por otra parte, los manuales de los teléfonos móviles advierten acerca de los riesgos de utilizarlos en hospitales -por sus posibles efectos sobre el delicado instrumental- o en estaciones de servicio, por el riesgo de explosión. Mucha gente utiliza su celular en esos lugares, sin hacer caso de las advertencias.
Otro de los riesgos para la salud propia y la de los demás resulta como consecuencia de hablar por el celular mientras se maneja. Datos de Japón muestran que en colisiones traseras, sólo un 16 % de los conductores estaba activamente hablando por su celular, pero un 42 % estaba contestando un llamado.
Un estudio publicado en 1997 en el New England Journal of Medicine llegó a la conclusión de que usar el celular mientras se conducía cuadruplicaba el riesgo de sufrir un accidente. El informe señala que resulta casi tan peligroso como manejar borracho.