Un caudaloso torrente de datos, pistas e hipótesis

La pesquisa cambió varias veces de rumbo. Motivos pasionales, robo seguido de muerte o prácticas sexuales extremas fueron algunas de las líneas investigativas llevadas adelante por la policía. Queja de la familia del muchacho imputado.

LA DEFENSA. Benjamín Sonzini Astudillo y Tirso Pereyra, con la prensa.TELAM LA DEFENSA. Benjamín Sonzini Astudillo y Tirso Pereyra, con la prensa.TELAM
08 Junio 2007
RIO CUARTO.- Los pesquisas del crimen de Nora Dalmasso evaluaron durante los seis meses que pasaron desde el asesinato un torrente de hipótesis que fueron desde los motivos pasionales hasta el robo seguido de muerte, y desde las prácticas sexuales extremas hasta la pista económica.
La hipótesis del crimen pasional dominó la primera etapa de investigación, luego de que el funcionario Rafael Magnasco se presentó ante la Justicia y se sometió a una extracción de sangre para cotejar su ADN con muestras halladas en la escena del crimen. Quedó imputado por el homicidio, pero en pocos días sólo quedaban en su contra sospechas menores.
Durante algunos días circuló en la idea de que Nora había muerto estrangulada con la correa de una bata, y que esto había ocurrido en el marco de una práctica sexual extrema conocida. Las conclusiones de la autopsia echaron por tierra esa idea: la mujer había muerto asfixiada, ahorcada con las manos.
La causa entró luego en un impasse y los pesquisas pensaron que la única pista que tenía sentido era la del móvil económico, por lo que puso bajo análisis las cuentas bancarias de la familia, sin resultados.
Luego, en el equipo de investigadores se reimpuso la idea de que Nora murió luego de ser violada. Se apoyaba en una interpretación del informe forense sobre las lesiones musculares halladas en las zonas vaginal y anal de la víctima producto de relaciones sexuales mantenidas horas antes de su muerte.
En el tramo más reciente de la causa, llegó el sorprendente resultado de los análisis genéticos: todas las muestras conducen hacia los varones de la familia Macarrón. De allí surgieron las sospechas sobre Facundo Macarrón, hijo de Nora, y el viudo Marcelo.

Dicen que amenazaron a los amigos de Facundo
La familia de Facundo Macarrón, desde ayer imputado por el crimen de su madre Nora Dalmasso, denunció ayer varios aprietes contra los amigos del joven por parte de la Justicia, para lograr una declaración incriminatoria.
Silvia Macarrón, madrina de Facundo, fue la encargada de llevar la voz cantante. Según sus declaraciones, "la gente de la Fiscalía les decía a los amigos que Facundo ya había reconocido el crimen de su madre", con la supuesta intención de que estos revelaran algo incriminatorio. En relación con los elementos probatorios de los que se habla desde el despacho del fiscal Javier Di Santo, insistió en que las pruebas no sirven. "Entró gente a la escena del crimen por todos lados", dijo la tía del imputado.
"Facundo habló con su padre y le dijo que se quedara tranquilo. Acá la orden viene de arriba, es el poder político. Vienen las elecciones y están apurados por imputar a alguien", agregó la mujer.
Según los trascendidos judiciales, Facundo estaba, en el momento del crimen, con un joven de 23 años, identificado como "Andy" Peralta. Fue la declaración de ese muchacho la que generó dudas en los investigadores. Al respecto, la hermana del viudo aseguró: "Nora sabía de la elección sexual de su hijo. Era una persona abierta y nunca se interpuso en las relaciones de su hijo con sus amigos". (NA)