Imputan por homicidio y abuso al hijo de Dalmasso

La acusación a Facundo Macarrón se hizo en base a los resultados de las pericias sobre rastros genéticos hallados en la escena del asesinato. El joven permanecerá en libertad mientras dure la investigación. "No hay elementos de prueba", dijo uno de los defensores.

SINIESTRO. Facundo Macarrón y su padres, días después del crimen, cuando hablaron con la prensa y dijeron desconocer quién había matado a Nora.DYN SINIESTRO. Facundo Macarrón y su padres, días después del crimen, cuando hablaron con la prensa y dijeron desconocer quién había matado a Nora.DYN
08 Junio 2007
CORDOBA.- El hijo de la empresaria Nora Dalmasso, asesinada hace seis meses en Río Cuarto, Facundo Macarrón, fue imputado ayer como posible autor de homicidio agravado por el vínculo y abuso sexual sin acceso carnal de su madre.
La imputación fue dispuesta por el fiscal de instrucción Javier di Santo, quien también decidió que el permanezca en libertad y estableció un nuevo secreto de sumario para terceros sin vinculación directa con la causa.
El fiscal informó que imputó al joven en la causa “conforme lo establece el artículo 306 in fine del Código Penal vigente”, es decir en carácter de sospechoso, manteniendo su estado de libertad.
Abogados del joven y el representante del albañil Gastón Zárate, primer demorado e imputado en la causa, confirmaron que la imputación fue dictada en base a exámenes genéticos realizados a prendas halladas en la escena del crimen, que al parecer son compatibles con el patrón genético de Macarrón.
Pero, como la decisión del fiscal no incluyó la detención del joven estudiante de Abogacía, un grupo de vecinos de Río Cuarto realizó una protesta frente a los Tribunales.
El fiscal, según fuentes ligadas al caso, decidió mantenerlo en libertad hasta que se realicen nuevas pericias y se le entregue el informe final del FBI, que también analiza material orgánico. “Hay un patrón genético que está jugando en el plexo probatorio. Sería irresponsable decir mucho más porque recién estamos analizando las pruebas”, dijo el abogado de la familia Macarrón, Tirso Pereyra. El fiscal, de acuerdo con lo explicado por los abogados, imputó al joven de 19 años porque tiene “sospechas leves” en su contra. Esa figura, incluida en el Código Penal de Córdoba, permite a los instructores imputar a una persona en forma leve y buscar más elementos de prueba, mientras prosigue la investigación.
Ayer fue levantado el secreto de sumario que había sido impuesto en la causa, razón por la cual los abogados de cada una de las partes -incluido el de la familia Macarrón, Benjamín Sonzini Astudillo- concurrieron a la sede de la Fiscalía para entrevistarse con Di Santo. “Voy a renunciar a la querella y constituirme como abogado defensor. Vamos a demostrar la inocencia de Facundo en libertad. No hay elementos de prueba; simplemente hay un perfil genético de la familia Macarrón, y a Facundo no se le ha analizado la sangre”, añadió Sonzini Astudillo.
Se espera que ahora el fiscal pueda ordenar nuevos análisis a los que debería someterse el joven para profundizar la investigación.
Facundo había señalado siempre que en la madrugada en que se produjo el crimen de Dalmasso -en la casona que tiene la familia en el barrio Villa Golf de esta ciudad- él había estado en Córdoba capital, en una cena del Rotary Club.
El esposo de Dalmasso, Marcelo Macarrón, estaba en aquella fecha en Punta del Este, participando de un torneo de golf, y la hija de la pareja se encontraba en el exterior.
“El ADN pertenece al patrón genético de la familia Macarrón y se halló en 13 rastros, la mayoría epiteliales, levantados del cuerpo, el lazo con el que la mujer fue estrangulada, de las sábanas y en otros lugares de la escena del crimen”, explicó Sonzini Astudillo. La base para la prueba genética se obtuvo a partir de la sangre del abuelo de Facundo, Félix Macarrón, para descartar una contaminación de la escena del crimen, ya que allí hubo 22 personas, entre ellas el fiscal y un cura, estuvieron donde se encontró el cadáver.
Sin embargo, ese perfil recuperado no es concluyente ya que se estableció su rama paterna pero ahora deberá comprobarse si es el de Facundo, para lo que el joven tendrá que someterse a una prueba de ADN, indicó el letrado, que ya anunció que dejará de ser querellante para convertirse en defensor del ahora imputado.
Por su parte, el abogado Enrique Zabala, defensor del pintor Gastón Zárate, de 27 años, dijo que pedirá el sobreseimiento de su defendido debido a la nueva imputación.
Zabala se quejó a la salida de los Tribunales de Río Cuarto porque consideró que el joven Macarrón debió ser detenido. “No me explico cómo no lo detuvieron, si a Gastón Zárate lo detuvieron con muchos menos pruebas”, lamentó.
Zabala se mostró convencido de que la causa “fue armada” y que hubo encubridores, entre los cuales señaló a los abogados de la familia de la víctima.
Aseguró además que analizará la causa para ver si hubo un trato desigual entre Zárate y Macarrón.

Los protagonistas del caso que marcó a Río Cuarto
 La muerte de Nora Dalmasso, cuyo cuerpo fue encontrado el 26 de noviembre de 2006 en su casa del barrio de Villa Golf, conmocionó a la ciudad de Río Cuarto. La empresaria, de 51 años, vivía con su familia en el barrio privado Villa Golf. Se le adjudicaban varias relaciones extramatrimoniales, entre ellas, un amigo de su esposo.
El esposo de la víctima, Marcelo Macarrón, de 59 años, dijo que no quería juzgar la vida privada de Nora.
Facundo Macarrón, uno de los hijos de la víctima, declaró que la noche en que su madre fue asesinada, él estaba en Córdoba. Ayer fue imputado en el caso.
El primer imputado fue Rafael Magnasco, ex asesor de la Secretaría de Seguridad provincial. Magnasco se presentó voluntariamente a la Justicia y negó haber sido amante de Dalmasso. Cuando supo que el homicida podría ser estéril, se hizo un estudio de fertilidad y lo presentó a los fiscales.
Guillermo Albarracín, amigo de Macarrón, estaba con el traumatólogo en Uruguay en el momento del crimen. Pero, como sus comprometedores mensajes de texto estaban en el celular de la víctima, decidió confesar su relación con ella.
El pintor Gastón Zárate trabajó en la casa de Dalmasso. Fue incriminado en la causa por un amigo, que luego reconoció haber sido intimidado para hacerlo. Zárate está libre, pero sigue imputado.
Carlos Curiotti, un muchacho de 20 años que sufre problemas mentales. Incriminó a Zárate en el homicidio, pero luego confesó que tres policías lo presionaron para hacerlo. (DPA-Télam-DyN-NA)