Volcó un ómnibus en un canal

Volcó un ómnibus en un canal

Dieciocho personas sufrieron heridas en el accidente, ocurrido poco después de la 1 en Leales. El chofer del colectivo dijo que debió hacer una brusca maniobra para evitar chocar contra un camión. Aterrorizados.

IMPRESIONANTE. El rodado se dirigía a Córdoba, con 40 pasajeros. Algunos de ellos rompieron las ventanillas, y así lograron salir. Sólo uno sigue internado.(LA GACETA/ JUAN PABLO SANCHEZ NOLI) IMPRESIONANTE. El rodado se dirigía a Córdoba, con 40 pasajeros. Algunos de ellos rompieron las ventanillas, y así lograron salir. Sólo uno sigue internado.(LA GACETA/ JUAN PABLO SANCHEZ NOLI)
26 Mayo 2007
Dieciocho personas resultaron heridas, aunque ninguna de ellas de gravedad, en un espectacular accidente que ocurrió ayer a la madrugada, sobre la ruta 9, a la altura de Agua Azul, en Leales.
Poco después de la 1, el interno 7.620 de la empresa Flecha Bus, patente FFK-776, salió de la Estación Central de ómnibus de Tucumán, donde había hecho una parada del viaje que unía Salta con Córdoba. El vehículo, de dos pisos, y que llevaba 40 pasajeros, era conducido por Raúl Alejandro Fernández. El accidente se produjo 40 kilómetros al este de la capital, en la intersección de la ruta 9 con la 323, que conduce a Santa Rosa de Leales. Según dijo Fernández, un camión dobló imprevistamente hacia el oeste por lo que él, explicó, debió hacer una brusca maniobra. "Ibamos todos durmiendo. De golpe sentimos una frenada, después otra, y ahí el ómnibus se descontroló. En un segundo estábamos dados vuelta. Yo me agarré del asiento para que no me arrastre la inercia, pero era imposible", relató Liliana Suárez, que se dirigía a Santiago del Estero junto a su hija, Tatiana Naser. "No entendíamos qué había pasado, y la gente empezó a gritar, desesperada por salir del ómnibus", agregó la mujer.
El colectivo había mordido el césped de la banquina, y el chofer ya no lo pudo controlar. Entonces, el enorme rodado cayó en un canal de unos dos metros de profundidad, ubicado a la derecha de la ruta. Alfredo Palacios vive a metros del lugar donde ocurrió el accidente. Dijo que a él y a su familia los despertaron los gritos desesperados de los pasajeros. "No se escuchó el vuelco pero sí a la gente. Muchos no podían salir y rogaban que los ayudaran. Diga que el canal ahora trae poca agua, porque si hubiera estado colmado, se habrían ahogado todos", opinó.
Domingo Olleros, otro de los pasajeros, oriundo de Salta, agradeció que en el ómnibus hayan viajado gran cantidad de jóvenes. "Los chicos se portaron muy bien. Se organizaron y empezaron a sacar a la gente. Junto con el chofer rompieron a patadas las ventanillas y las salidas de emergencia (una de ellas ubicada en el techo del colectivo), y por ahí salimos. Podría haber sido una tragedia", advirtió. Naser coincidió con él. "Escuchaba gente que gritaba: ?por favor, no nos dejen aquí?. Estaban atrapados entre los asientos. Me parece que este tipo de colectivos debería tener otro tipo de salidas de emergencia, ya que el rescate se hizo muy dificultoso", indicó la joven.
A los minutos comenzó a llegar personal policial y ambulancias que iniciaron el traslado de los heridos al hospital Padilla, al Centro de Salud y al de Niños. En el primero de los centros asistenciales fueron atendidas 15 personas. Se informó que todos padecían politraumatismos y que algunos habían sufrido fracturas. Ninguno revestía gravedad, por lo que, a las 9, todos habían recibido el alta médica. Otros dos fueron llevados al Centro de Salud, entre ellos el único tucumano que resultó lesionado, Aldo Romano. A estos también les dieron el alta médica a las pocas horas. Finalmente, anoche, con politraumatismos, sólo permanecía internado en el hospital de Niños Bruno Cervero, un niño salteño de ocho años.
Poco antes del mediodía, Suárez y su hija regresaron al lugar del accidente. Mientras observaba cómo había quedado el micro, la mujer aseguró: "estoy feliz". "Nos podríamos haber matado todos, y fue un susto, grande, pero sólo un susto", agregó. Ella había sufrido la fractura del húmero del brazo izquierdo, y lesiones en una mano. "Tuvimos mucha suerte", resumió.

No serían estables los micros de dos pisos
La estabilidad de los ómnibus de dos pisos está bajo la lupa, a raíz de varios accidentes mortales ocurridos desde principios de año. Por eso, la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) inició una investigación, partiendo del presupuesto de que los ómnibus de doble piso son "inestables" y de que el peligro de vuelco aumenta cuando sus bodegas están vacías y sólo llevan pasajeros en el piso superior.
El estudio, pedido por la Secretaría de Transporte de la Nación, también considera otros factores, como el mal estado de las rutas, la falta de peralte en curvas de alta velocidad y la incidencia del clima. Uno de los resultados de los estudios indica que "ante un viento de menos de 100 kilómetros, perpendicular a la unidad, sería suficiente para producir su vuelco". También cuestiona el "escape" previsto por las ventanillas herméticas, que deben ser rotas con martillos. "Eso no sirve ante un accidente y las personas sufren fracturas al caer de dos metros de altura", señalaron.
Por su parte, la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) sostuvo en un informe oficial: "si bien las unidades de mayor altura presentan menor estabilidad, no existe mérito suficiente que permita excluir a este tipo de rodados". De la misma forma se refirió la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi). "El centro de gravedad en un modelo de doble piso es similar al de un modelo de piso elevado", dijeron.
El Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) determina que los accidentes mortales protagonizados por ómnibus de larga distancia y de doble piso se cobraron la vida de 86 personas en el país durante 2006.

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