Descubra si es usted un obsesivo...

Si siempre elige el mismo recorrido, camina contando las baldosas de la calle o se pasa el día entero limpiando su casa, usted tiene una manía. Pero no se asuste, la mayoría de las personas experimenta una preocupación fija alguna vez. El problema surge cuando esa costumbre caprichosa comienza a interferir en la vida cotidiana. La aparición de cuatro o más de los siguientes síntomas puede ser motivo de consulta a un profesional:

1- Moderación económica y prudencia en los gastos propios y ajenos; el dinero es considerado como un bien que debe acumularse por temor a que luego falte.

2-  Desconfianza, sospecha y temor a delegar tareas o trabajos en otras personas, a menos que estas se sometan a la manera indicada de hacer las cosas.

3-  Falta de capacidad para tirar muebles viejos, cuadernos de la escuela primera u objetos que no se utilizan, aunque carezcan de valor sentimental.

4-  Intranquilidad e inquietud por las reglas, los horarios, las citas y los detalles.

5-  Obstinación de carácter. Excesiva terquedad en temas relacionados con la moral, los valores, la familia y la ética.

6-  Dedicación excesiva al trabajo, en detrimento de las actividades no redituables económicamente.

7-  Tendencia a mejorar indefinidamente una tarea sin decidirse a considerarla nunca totalmente acabada.

8- Propensión a comprobar una y otra vez que las luces, las puertas y los grifos estén debidamente apagados o cerrados.

9- Necesidad de que todas las cosas estén ordenadas. Inclinación por colocar los utensilios de manera asimétrica.

10- Costumbre compulsiva de limpiar muchas veces la casa y apuro por lavarse continuamente las manos.

Fuente consultada: Arnoldo Oscar Fiorio, psiquiatra, director del Centro de Estudio e Investigación del pánico, fobias, estrés, depresión y otras enfermedades.