BUENOS AIRES.- El presidente Néstor Kirchner aclaró que no tiene la intención de invadir ningún poder y aseguró que sólo quiso despertar conciencias al fogonear las investigaciones contra la Cámara Nacional de Casación Penal, mientras jueces de todo el país llevaron su preocupación a la Corte Suprema de Justicia por la injerencia del oficialismo.
“No vine a invadir ningún poder, creo en la democracia”, dijo anoche el Presidente, que se quejó por la reacción de la Justicia frente a su pública exhortación al Consejo de la Magistratura, para que proceda contra cuatro camaristas de Casación denunciados por dilaciones en juicios a represores.
Durante un acto en la Casa de Gobierno, el jefe de Estado remarcó que no le tiene miedo a los poderes corporativos y subrayó: “no queremos jueces racistas, sino imparciales”.
De esa forma se reservó para sí toda la virulencia de la respuesta oficial a las críticas surgidas desde distintos sectores a la embestida contra cuatro camaristas. “Hay muchísima gente que está esperando y cree en la Justicia y no en la venganza y necesita que no haya más jueces racistas que, porque alguien piense diferente, lo traten de terroristas y demás”, señaló al respecto.
En un fuerte discurso, el Presidente reafirmó su política de derechos humanos y su pedido a la Justicia para que acelere las causas por crímenes de lesa humanidad.
Y al referirse a los reproches por su desmesura, Kirchner celebró: “gracias a esa desmesura tenemos una nueva Corte”, en alusión a que en su gestión dejaron el cargo o fueron destituidos seis ministros, y cuatro de sus reemplazantes -incluidos quienes hoy le recriminan- fueron designados por el actual Gobierno.
Por la mañana, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había dicho que el Gobierno no puso en juego la honorabilidad de nadie al instar al Consejo a investigar a camaristas, pero anoche Kirchner se quejó, aunque sin dar nombres, de los “jueces que tratan de extorsionar por su propia supervivencia”.
Fernández aseguró que el juez Alfredo Bisordi se dio por aludido y se puso al frente de una batalla verbal con el Gobierno: “sinceramente, yo no se por qué él se hizo cargo de todo esto; lo que si sé es que el Presidente pidió que haya Justicia”. (NA-DyN)
Reclamo de todos los camaristas del país
La integrante de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, Graciela Nair Fernández Vecino, representó ayer a los jueces federales de la provincia en el encuentro de la Junta de Presidentes de las Cámaras Nacionales y Federales de todo el país. En la reunión se hizo público un documento presentado al titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, en el que se expresa preocupación porque se “respete la independencia judicial” frente a lo que consideraron una “injerencia de otros poderes del Estado”.
De esta manera, los integrantes de ese cuerpo fijaron posición ante la controversia entre el Gobierno y los integrantes de la Cámara Nacional de Casación Penal.
Los camaristas consideraron a ese tema como una cuestión institucional que hace a la seguridad jurídica de la ciudadanía. Además opinaron que el tema supera las situaciones personales, por encontrarse vinculada a cuestiones institucionales, por lo que reiteraron el absoluto respeto que merecen las garantías previstas en la Constitución Nacional en cuanto a la división de los poderes públicos.
Los integrantes de la Junta se entrevistaron con Lorenzetti para tratar temas que atañen a la administración de Justicia. Participaron todos los miembros del cuerpo, a excepción del camarista de La Plata Leopoldo Shiffrin y del titular de la Cámara de Casación, Alfredo Bisordi, que es parte interesada en el conflicto.
Fernández Vecino, en diálogo con LA GACETA, expresó anoche su adhesión al documento en todos los términos y mostró también su inquietud por la situación que se generó en el ámbito judicial. La jueza participó del encuentro en representación de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán.
“El país está harto de escándalos”, señaló Fayt
BUENOS AIRES.- El ministro de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Fayt, afirmó que el país está harto de escándalos y que hay formas institucionales que deben respetarse en torno a la arremetida del Gobierno nacional contra jueces de la cámara de Casación Penal.
“No existe un conflicto de poderes”, aclaró Fayt al ser consultado, pero, apuntó: “hay formas institucionales que deben respetarse y con eso se respeta también el juego limpio entre los poderes”.
Tras la arremetida del presidente Néstor Kirchner y sus ministros contra integrantes de la Cámara de Casación Penal, la Corte se pronunció instando al respeto a la honorabilidad de los jueces. Sobre la declaración del máximo cuerpo judicial, Fayt evaluó que procedió con un alto sentido de mesura y por eso remarcó que no hay necesidad de un escándalo mediático.
El martes, la Corte Suprema advirtió al Poder Ejecutivo que hay controles republicanos sobre el accionar de los jueces y que éstos deben realizarse con mesura y equilibrio. También señaló que hay medios institucionalmente previstos para no vulnerar la independencia de los poderes del Estado. El inusual pronunciamiento tuvo lugar luego de que se registró un fuerte cuestionamiento entre el Gobierno nacional y la Cámara de Casación Penal, a raíz de la demora en el trámite de causas sobre derechos humanos. (NA-DyN)