"Llevo un retraso de cuatro horas. Todas las semanas que tengo que viajar hay demoras de hasta tres horas. Tuve que cancelar una reunión en Tucumán porque, supuestamente, a las 17 tenía que salir el vuelo; son las 20 y me dicen que va a llegar a las 21. Vengo de Italia por trabajo; de acá tengo que ir a Entre Ríos a hacer entrevistas para la empresa. Pasé más tiempo esperando en los aeropuertos que atendiendo clientes que era lo que venía a hacer", se quejó Luigi Rotta.
En el Aeropuerto Benjamín Matienzo retumbaban las quejas de los pasajeros por nuevas demoras en los vuelos. Esta vez, se produjeron por un desperfecto en el sistema de comunicaciones entre las torres de control de las aeroestaciones de Buenos Aires y los aviones.
Voceros de la Fuerza Aérea Argentina informaron que el inconveniente se prolongó por unos 20 minutos, ayer al mediodía, y confirmaron que en ese lapso no hubo partidas ni arribos en el aeropuerto de Ezeiza y el aeroparque metropolitano Jorge Newbery, lo que afectó a todas las estaciones del país, donde se registraron atrasos de hasta seis horas. Los aviones que al momento del corte de las comunicaciones se encontraban en el aire -entre 10 y 15, según los controladores- debieron esperar dando vueltas en círculo hasta ser habilitados para aterrizar.
La Fuerza Aérea reconoció la falla en el sistema de comunicaciones en la Terminal "Baires" que abarca el aeropuerto de Ezeiza y el aeroparque metropolitano Jorge Newbery.
Las consecuencias de la falla significaron un nuevo capítulo en las ya habituales demoras en los vuelos, que se registran desde hace algunas semanas, a partir de la rotura de un radar en Ezeiza. En Tucumán, los pasajeros y empleados del aeropuerto aseguraron que los atrasos ya llevan meses. Además, los usuarios aseguraron que se sienten inseguros al volar por los desperfectos que se vienen registrando. "Un viaje en avión tiene que estar perfectamente controlado por un sistema de comunicaciones. No puede quedar librado al azar. Esto es muy peligroso; si siguen así la gente dejará de volar por temor", remarcó Antonio Lazarte, quien se dirigía anoche a Buenos Aires.
"Todos los días hay demoras y la empresa no da explicaciones. No es la primera vez que pasa; antes de los problemas de comunicaciones ya habían retrasos", reclamó René Belluscio, empleado del aeropuerto. Su compañero, Roque Santillán, sostuvo: "el problema es que en Argentina existe un monopolio de la empresa Aeropuertos Argentina 2000 que no deja que trabajen otras empresas que no sean Aerolíneas Argentinas o Austral. Hace falta que lleguen empresas internacionales para que haya más servicios. No alcanza la cantidad de vuelos para la demanda que hay. La empresa maneja el tiempo de la gente como quiere".
LA GACETA intentó comunicarse con las autoridades de Aerolíneas Argentinas en Tucumán, pero pese a la insistencias no hubo respuestas. Una fuente de la empresa, en el aeropuerto Matienzo, informó que los atrasos se debieron a las fallas de comunicación, que paralizaron todos los vuelos entre las 11.40 y las 12.10 de ayer. "Hay que tener en cuenta también que se está operando de manera manual, por la falta de radar y las condiciones climatológicas no han sido buenas, hubo tormentas que no permitían que los vuelos salieran a horario. El mal tiempo reduce la visibilidad y, al no contar con radar es inseguro", destacó, y aseguró que no hay problemas de seguridad en los vuelos.Juan Carlos Castels, un empleado de Aeroparque que se encontraba ayer en Tucumán remarcó que el retraso de los vuelos se debe a la falta de radar. "Hubo que ampliar la cantidad de horas entre un vuelo y otro por razones de seguridad", dijo.