30 Diciembre 2006
LA ULTIMA FOTO. Saddam en el Tribunal que en noviembre dijo que era culpable y debía morir. REUTERS
BAGDAD.- Doce minutos después de la medianoche se cumplió la sentencia y Saddam Hussein murió ahorcado. El ex presidente iraquí, que había sido condenado por crímenes -contra la humanidad, se enteró pocas horas antes de su ejecución, e inmediatamente dio a conocer su testamento.
El último capítulo de la vida de Saddam comenzó a escribir con la última invasión que hizo los Estados Unidos a Irak. Mientras caían sus palacios y su poder se diluía en manos de los marines norteamericanos e ingleses, el país se hundía en una guerra civil. Saddam, derrocado en abril del 2003, había logrado burlar a sus invasores hasta que, en diciembre de aquel año, fue hallado en una cueva de una granja cercana a Tikrit, su ciudad natal. El hombre que lideró a Irak por casi 30 años, fue sometido a un juicio y lo condenaron a la horca, en noviembre pasado. El tribunal consideró que Saddam merecía esta muerte por haber cometido crímenes contra la humanidad debido a los asesinatos de 148 aldeanos chiítas de Dujail tras un fracasado intento de asesinato en su contra en 1982.
Esta madrugada no se hicieron filmaciones. El mundo no pudo ver, en vivo, cuando lo ejecutaban. Las reacciones que sufren los cuerpos cuando son ahorcados causan tal impresión que sirvieron como justificativos para que los canales de televisión no transmitieran estas imágenes. Sin embargo, la televisión chilena anunció en los primeros minutos de hoy que la BBC estuvo en el lugar de la ejecución y que la muerte del ex dictador se difundirían en el transcurso de hoy o de mañana.
Pocos minutos de la ejecución de Hussein, se dieron las primeras reacciones. Fue en Estados Unidos donde se concretaron los primeros informes. Se vieron agrupaciones con banderas árabes y norteamericanas festejando el ahorcamiento. Paralelamente, el gobierno norteamericano ordenó redoblar la custodia de sus embajadas en todo el mundo.
En Irak, en tanto, se declaró un alerta ante la posibilidad que estallen represalias. (Especial)
El último capítulo de la vida de Saddam comenzó a escribir con la última invasión que hizo los Estados Unidos a Irak. Mientras caían sus palacios y su poder se diluía en manos de los marines norteamericanos e ingleses, el país se hundía en una guerra civil. Saddam, derrocado en abril del 2003, había logrado burlar a sus invasores hasta que, en diciembre de aquel año, fue hallado en una cueva de una granja cercana a Tikrit, su ciudad natal. El hombre que lideró a Irak por casi 30 años, fue sometido a un juicio y lo condenaron a la horca, en noviembre pasado. El tribunal consideró que Saddam merecía esta muerte por haber cometido crímenes contra la humanidad debido a los asesinatos de 148 aldeanos chiítas de Dujail tras un fracasado intento de asesinato en su contra en 1982.
Esta madrugada no se hicieron filmaciones. El mundo no pudo ver, en vivo, cuando lo ejecutaban. Las reacciones que sufren los cuerpos cuando son ahorcados causan tal impresión que sirvieron como justificativos para que los canales de televisión no transmitieran estas imágenes. Sin embargo, la televisión chilena anunció en los primeros minutos de hoy que la BBC estuvo en el lugar de la ejecución y que la muerte del ex dictador se difundirían en el transcurso de hoy o de mañana.
Pocos minutos de la ejecución de Hussein, se dieron las primeras reacciones. Fue en Estados Unidos donde se concretaron los primeros informes. Se vieron agrupaciones con banderas árabes y norteamericanas festejando el ahorcamiento. Paralelamente, el gobierno norteamericano ordenó redoblar la custodia de sus embajadas en todo el mundo.
En Irak, en tanto, se declaró un alerta ante la posibilidad que estallen represalias. (Especial)
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