Del estrangulamiento con las manos a la soga ceñida al cuello

Del estrangulamiento con las manos a la soga ceñida al cuello

El ahorcamiento no es uno de los métodos considerados más humanitarios para ejecutar a un condenado a la pena capital. Sin embargo, es uno de los más difundidos.

30 Diciembre 2006
Junto al fusilamiento, la horca ha sido durante siglos la forma más difundida de ejecutar a una persona. El país que lidera su uso es China, que sólo en 1993 la utilizó para ejecutar a 1.419 condenados. Es el método de ejecución por estrangulamiento más utilizado a lo largo de la historia. Se piensa que fue de utilización posterior al estrangulamiento mediante las manos, luego de que los homínidos comenzaron a manipular herramientas.
Además de su uso en ejecuciones, miles de personas, a lo largo de la historia y del mundo, se han quitado la vida por ahorcamiento. Su triste popularidad podría deberse al limitado instrumental requerido: una soga y cualquier punto desde donde colgarla; por ejemplo, un árbol.
Dentro de la paradoja que implica mejorar la forma de ejecución, para que la muerte sea lo más humanitaria posible, a partir del siglo XVIII se estudiaron la calidad de las sogas, su longitud, el tipo de nudo, las características del patíbulo o cadalso (tablado que se erige para la ejecución de la pena), el uso de trampillas y la caída del cuerpo del condenado como para conseguir el desnucamiento, sin tener que esperar a la muerte por asfixia.

El sufrimiento
No obstante, la principal causa de la muerte de la persona que es ahorcada es la isquemia, que es sufrimiento celular causado por la disminución transitoria o permanente del riego sanguíneo y consecuente disminución del aporte de oxígeno de un tejido biológico. La cuerda ejerce una presión en el cuello que hace colapsar las venas yugulares y las arterias carótidas.
La horca, como método para ejecutar la pena capital, sigue siendo legal en algunos países de Asia. En EE.UU. hay estados que contemplan la posibilidad de la ejecución por horca, aunque generalmente se utiliza la silla eléctrica o la inyección letal, por considerarse más humanitaria. El último ahorcamiento en ese país fue en 1963.
Para evitar largas agonías, el sujeto a ahorcar debe ser pesado y medido. Con esto se determina la distancia óptima de caída en el patíbulo, que asegure un rápido desenlace. Por esto mismo, la soga suele ser hervida y estirada, con lo que se evita los efectos de la elasticidad; de igual modo, el nudo debe ser lubricado, para garantizar una mejor sujeción en el cuello del sentenciado.