Alperovich asegura que pronto encontrarán a los asesinos

Alperovich asegura que pronto encontrarán a los asesinos

El gobernador afirmó, esta mañana, que en los próximos días habrá novedades de importancia; dijo, además, que la Policía persigue pistas firmes que llevarían al esclarecimiento del caso. Hasta hoy, no hay ningún detenido por el homicidio de la joven, del que se cumplieron poco más de dos meses.

 Lugar donde apareció el cuerpo de Paulina, al costado de la ruta 341, en Tapia. LA GACETA/Jorge Olmos Sgrosso Lugar donde apareció el cuerpo de Paulina, al costado de la ruta 341, en Tapia. LA GACETA/Jorge Olmos Sgrosso
25 Abril 2006
El gobernador José Alperovich sorprendió hoy a la prensa que lo acompaña cotidianamente. "Estamos muy próximos a encontrar a él o a los asesinos de Paulina Lebbos. Creemos que, en algunos días, habrá novedades de importancia", vaticinó el mandatario provincial.

En las inmediaciones del hospital Padilla, donde concurrió esta mañana para verificar obras, el titular del Poder Ejecutivo indicó que la Policía persigue pistas firmes que llevarían al esclarecimiento del caso.

Hasta hoy, no hay ningún detenido por el homicidio de la joven, del que se cumplieron poco más de dos meses, aunque el cuerpo fue encontrado el 11 de marzo. Sólo fueron demorados tres policías, entre ellos el jefe de la comisaría de Raco, lugar donde se encontró el cadáver, por haber adulterado la declaración de un remisero sobre quien hay sospechas de su participación.

El modo en que dieron muerte a la estudiante sigue siendo uno de los puntos más oscuros de la investigación. Es que si bien durante la primera autopsia realizada por personal del cuerpo médico forense de Tucumán y de la Policía Científica se determinó que había fallecido por estrangulamiento manual, en la segunda pericia, efectuada por técnicos de Gendarmería Nacional esto no habría quedado tan claro. Se sospecha, además, que los problemas respiratorios que ella sufría, pueden haber incidido en el deceso.

La joven desapareció el 26 de febrero pasado cuando, en un boliche de la zona del ex Mercado de Abasto, tomó un remise Fiat Duna color bordó junto a su amiga, Virginia Mercado, quien descendió primero. Lebbos siguió en el auto rumbo a la casa de su novio, César Soto. Pero nunca llegó.