Evocan en Jerusalén el doloroso camino de Jesucristo hace 2.000 años

Evocan en Jerusalén el doloroso camino de Jesucristo hace 2.000 años

En Tierra Santa, peregrinos de todo el mundo recuerdan hoy la agonía de Jesús y siguen sus huellas. La procesión del Vía Crucis inició su marcha en el tribunal de Pilato y para recorrer las catorce estaciones del calvario.

La Vía Dolorosa de Jerusalén fue escenario del Vía Crucis. La Vía Dolorosa de Jerusalén fue escenario del Vía Crucis.
14 Abril 2006
En Jerusalén, miles de peregrinos extranjeros y de miembros de la comunidad árabe cristiana se unieron hoy para recordar la agonía de Cristo y seguir sus huellas por la Via Dolorosa después de la crucifixión, acontecida hace más de 2.000 años.

La tradicional procesión por el Vía Crucis comenzó su marcha desde el tribunal de Pilato, vecino a la Puerta de San Esteban en la muralla que erigió Suleimán el Magnífico, y recorrió lentamente las catorce estaciones del calvario bajo la conducción de monjes de la orden franciscana, custodios de Tierra Santa desde hace más de 800 años.

La procesión, que transcurrió en algunos tramos por el zoco palestino de la ciudad antigua, donde se encuentran algunas de esas estaciones, finalizó con el recorrido de las últimas de ellas dentro de la Basílica del Santo Sepulcro.

A la entrada del templo, cuyas llaves posee una familia musulmana desde hace más de dos siglos, desde cuando Tierra Santa era parte del Imperio Turco Otomano, esta mañana temprano los peregrinos se concentraron alrededor de la Piedra de la Unión, un lecho de mármol rosado donde, según la tradición cristiana, fue amortajado Cristo.

Estado de alerta
Pesaj ( Pascua Judía) y la Pascua Cristiana se celebraron conjuntamente en Jerusalén por coincidir este año las dos fiestas en el calendario.

Como sucede cada año, las fuerzas de seguridad se encuentran en estado de máxima alerta para evitar que se repita un atentado suicida como el que causó 29 muertos y 159 heridos en Natania durante la primera noche de Pesaj del año 2002.

Miles de policías, guardias de fronteras y voluntarios controlan los centros de las ciudades, las carreteras y los lugares de recreo y de turismo, a los que acuden cientos de miles de personas. (Agencias).