Carencias preocupantes

Carencias preocupantes

Análisis por Facundo Pereyra

31 Marzo 2006
La provincia adolece de algunas carencias que son preocupantes. Por un lado, y tal vez el más sensible, es que no están dadas las condiciones para garantizar la seguridad. Y no sólo en un espectáculo público como hubiera sido el recital de Callejeros, sino en las calles, en los bares, en las bailantas y en las casas de familia.
La ciudad, por otro lado, no tiene una ordenanza específica para regular los eventos masivos, y por ello los funcionarios deben desempolvar una ordenanza relacionada con salones de fiestas y bares de 1979 que exige un baño cada 40 personas. Otro factor es la ausencia de una política pública hacia los jóvenes, que se desligue de los prejuicios sociales que existen sobre todo en torno del rock y que el mismo gobernador reconoció. No se tiene en cuenta que se trata de una expresión sociocultural enraizada en la sociedad, que aglutina y contiene a varias generaciones como ningún otro factor social.
Son elementos que generan intranquilidad, disconformidad y malestar. Son, seguramente, más preocupantes que la suspensión del recital de una banda que está marcada por una tragedia y que con esta decisión, verá cada día más lejana la posibilidad de reeencontrarse con su público. La cancelación también genera solidaridad, y muchos seguidores de Callejeros decidieron salir a la calle para defender a la banda que los contiene como grupo inorgánico. El fenómeno Callejeros, que se aceleró con la tragedia de Cromagnon, crece ahora a fuerza de restricciones y castigos.