El agua azota a pueblos del noreste salteño

El agua azota a pueblos del noreste salteño

Las poblaciones que están a la vera de la ruta 34 temen a las inundaciones y a los cortes en las rutas. Ya pasaron dos meses y medio, y las autoridades aún no dieron una solución de fondo. Sin clases.

VISTA AEREA. El desborde del río Seco aisló al departamento San Martín del resto de la provincia. MUNICIPALIDAD DE EMBARCACION (SALTA) VISTA AEREA. El desborde del río Seco aisló al departamento San Martín del resto de la provincia. MUNICIPALIDAD DE EMBARCACION (SALTA)
27 Marzo 2006
Por la ruta 34, en el noreste salteño, cruzando el río Bermejo, se ingresa al departamento San Martín. Su ciudad cabecera es Tartagal, aislada desde el 31 de diciembre como consecuencia de la caída del puente sobre el río Seco. A dos meses y medio de ocurrido el desastre, no se ha dado todavía una solución definitiva al problema, lo cual desató el malestar y la polémica entre los habitantes del departamento, que se sienten olvidados por los gobiernos nacional y provincial.
Una fuerte crecida del río Seco, que separa las municipalidades de Embarcación y General Ballivián, socavó la margen norte del curso de agua. Como consecuencia, cedieron un pilar y parte de la losa del puente carretero sobre la ruta 34. La interrupción del paso se resolvió con un puente Bailey, pero este fue afectado por las aguas en dos oportunidades, y finalmente, hace una semana, literalmente desapareció. El paso hoy se realiza por un badén que mantiene día a día la Dirección Provincial de Vialidad de Salta y por el puente ferroviario, por el que se puede pasar a pie. Hay proyectos en marcha, pero avanzan con demasiada lentitud para las necesidades de las poblaciones.
Embarcación es la única ciudad del departamento que quedó conectada con el resto de la provincia; los demás pueblos que están a la vera de la ruta 34, como Ballivián, Coronel Cornejo, General Mosconi, Vespucio, Aguaray, Salvador Mazza y Pocitos -en la frontera con Bolivia- quedaron aislados, lo que significa problemas de abastecimiento, de salud, de agua y de comunicaciones telefónicas.
Estas poblaciones del tropical noreste salteño nacieron y se desarrollaron al amparo del ex ferrocarril Belgrano. Hoy las vías están en desuso; sólo de vez en cuando pasa un tren de carga. Paradójicamente, el puente ferroviario construido sobre el río Seco, mucho más antiguo que el carretero, se mantuvo firme ante el ímpetu de la correntada. Es más, las autoridades municipales y provinciales tuvieron que recurrir a un cochemotor (locomotora y vagón a la vez) para que las personas crucen el río.

Cosechas
"Los problemas se suman. Por un lado está la necesidad de trasladar las personas que, por razones familiares o laborales, necesitan pasar; pero también hay que pensar en que ya se viene la cosecha de la soja y del poroto, y hay que sacar la producción", señaló a LA GACETA Sergio Courtade, agricultor de la zona. Agregó que la mayoría de los hombres de campo tienen su sus fincas hacia el norte del río Seco. "Allá hay unas 160.000 hectáreas de soja y de poroto, principalmente, y en menos cantidad, de sorgo y de hortalizas", dijo Elías Lee. "También están en riesgo las exportaciones a Bolivia, por ejemplo de harina, que se vende mucho a ese país", añadió.
En Embarcación hay varios institutos de formación terciaria, que proveen de docentes a la mayoría de los pueblos del norte. "Cuando pueden pasar van a dar clases; de lo contrario hay chicos que pierden días de aprendizaje. Y esto pasa desde Ballivián hasta Pocitos", comentó Teresita Medina, que es maestra especial.
El río Seco no es la única amenaza de estos pueblos. El Bermejo ya inundó Embarcación en 2000 y el Tartagal anegó barrios este verano y se llevó casas en la ciudad cabecera del departamento San Martín.
Según algunos, hubo quienes realizaron desmontes en parte de la zona serrana, pero el jefe de operaciones de Protección Civil de Salta, Lucio Gabriel Ganami, desmintió esa posibilidad ante LA GACETA. "Hemos sobrevolado la zona y no se ven desmontes. Se trata de un problema del clima; los servicios meteorológicos anuncian que habrá lluvias hasta abril, cuando acá, en marzo, ya comienza la estación seca", indicó.



MALAS Y BUENAS

DE ACAMBUCO AL BERMEJO.- El río Seco nace al norte de Salta, en el valle de Acambuco. La zona es uno de los referentes turísticos del departamento San Martín, porque ofrece una gran riqueza paisajística, con bolsones de biodiversidad aún intactos. Antes el curso de agua se escurría hacia la laguna San José, pero esta se sedimentó, de manera que el río continúa hasta convertirse en una cañada que alimenta al Bermejo.

VUELTA AL TREN.- El cochemotor que traslada a la gente sale de la antigua estación ferroviaria Senda Hachada, en Embarcación, (foto), cruza el río Seco y baja a sus pasajeros en la otra orilla. Allí, la gente toma taxis u ómnibus para seguir viaje. Entre 150 y 200 personas pasan en cada viaje, y se hacen alrededor de 10 por día, entre las 8 y las 19, siempre que no llueva.

TRASLADARON PRESOS.- El cochemotor fue puesto en funcionamiento los primeros días de enero y resulta de gran utilidad. Según comentó un funcionario -que pidió reserva de su nombre-, hasta presos fueron trasladados en el vagón: en febrero pasado, Gendarmería hizo un operativo antidrogas en la frontera y debía llevar desde Tartagal hasta Orán a cinco detenidos. Para cruzar el río Seco, se usó el convoy ferroviario.

BENEFICIOS INESPERADOS.-Aunque nadie lo admite on the reccord, comerciantes, hoteleros, dueños de restaurantes y funcionarios de Embarcación reconocen en off que la ciudad se ha visto favorecida por el corte. Ocurre que se usa como base, por parte de agricultores y otros hombres de negocios, para ocuparse de su trabajo desde allí. Además, es el lugar donde esperan el momento propicio para cruzar el río.

PUESTO IMPROVISADO.- Entre los favorecidos abiertamente por el corte está el matrimonio de Gustavo Abán y Graciela Anaquin, ambos desocupados, que se instalaron con dos de sus cuatro hijos en la estación de Senda Hachada, a metros del río Seco. Allí venden agua mineral, gaseosas y sándwiches a los operarios de las direcciones de Vialidad Provincial, de Protección Civil, de Vialidad Nacional y de la empresa ECAS. Además, proveen a los conductores que esperan que les den paso para cruzar el río. Una botella de litro y medio de agua mineral cuesta $ 3, y las gaseosas, del mismo tamaño, $ 4.