11 Marzo 2006
producto aymara. Morales acercó distancias regalándole un charango a la líder socialista. REUTER
SANTIAGO.- En un histórico encuentro marcado por gestos simbólicos para dos países que rompieron sus relaciones diplomáticas en 1978, el presidente boliviano, Evo Morales, fue recibido ayer en Santiago por el mandatario saliente, Ricardo Lagos, y por Michele Bachelet, que hoy se convertirá en la primera jefa de Estado en la historia de Chile. Morales asistirá hoy a la ceremonia de asunción, junto con unos 30 líderes y dignatarios de otros países, en la sede del Parlamento, en Valparaíso.
Muestras de hermandad
“Veo con mucha esperanza al gobierno de Chile, especialmente con una mujer presidente, porque la mujer es símbolo de justicia y de unidad”, dijo. Bachelet, que será la cuarta presidenta consecutiva de la coalición de centroizquierda Concertación, que gobierna desde 1990, agradeció las muestras de respeto y hermandad. “Estamos convencidos de que es un hecho inédito e histórico que, así como una mujer es la presidenta de Chile, un hombre de origen aymara sea el presidente de Bolivia”, dijo por su parte Bachelet. Morales vestía una chaqueta de color claro, no su tradicional chaleco de colores.
Emociones en el estadio
Morales eligió Chile para su primer viaje al exterior como jefe de Estado, en retribución por la visita de Lagos a La Paz, en enero, cuando asumió como presidente. Ayer mantuvo reuniones privadas con Bachelet y con Lagos. Posteriormente, fue ovacionado en un acto organizado por partidos de izquierda, sindicatos y grupos estudiantiles, en el que unas 7.000 personas corearon “¡Mar para Bolivia!”, en referencia al más que centenario reclamo de La Paz de una salida al Pacífico, perdida en una guerra con Chile a fines del siglo XIX. “Vamos a reparar ese pasado histórico”, dijo emocionado el líder indígena en el Estadio Nacional, durante un largo discurso. “Nunca imaginé que el pueblo chileno reclamara el mar para Bolivia”, dijo.
Morales le regaló a Bachelet un charango, instrumento típico del altiplano boliviano, para ponerle fin a una polémica que surgió en su país luego de que Lagos, hace dos semanas, le obsequió un instrumento similar al cantante Bono, de la banda irlandesa U2. (Reuter)
Muestras de hermandad
“Veo con mucha esperanza al gobierno de Chile, especialmente con una mujer presidente, porque la mujer es símbolo de justicia y de unidad”, dijo. Bachelet, que será la cuarta presidenta consecutiva de la coalición de centroizquierda Concertación, que gobierna desde 1990, agradeció las muestras de respeto y hermandad. “Estamos convencidos de que es un hecho inédito e histórico que, así como una mujer es la presidenta de Chile, un hombre de origen aymara sea el presidente de Bolivia”, dijo por su parte Bachelet. Morales vestía una chaqueta de color claro, no su tradicional chaleco de colores.
Emociones en el estadio
Morales eligió Chile para su primer viaje al exterior como jefe de Estado, en retribución por la visita de Lagos a La Paz, en enero, cuando asumió como presidente. Ayer mantuvo reuniones privadas con Bachelet y con Lagos. Posteriormente, fue ovacionado en un acto organizado por partidos de izquierda, sindicatos y grupos estudiantiles, en el que unas 7.000 personas corearon “¡Mar para Bolivia!”, en referencia al más que centenario reclamo de La Paz de una salida al Pacífico, perdida en una guerra con Chile a fines del siglo XIX. “Vamos a reparar ese pasado histórico”, dijo emocionado el líder indígena en el Estadio Nacional, durante un largo discurso. “Nunca imaginé que el pueblo chileno reclamara el mar para Bolivia”, dijo.
Morales le regaló a Bachelet un charango, instrumento típico del altiplano boliviano, para ponerle fin a una polémica que surgió en su país luego de que Lagos, hace dos semanas, le obsequió un instrumento similar al cantante Bono, de la banda irlandesa U2. (Reuter)
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