Cumplieron el sueño de tener una bicicleta para ir a clases

El Programa nacional de Atención a la Niñez y Adolescencia en Riesgo también entregó camas y colchones. Caminan varios kilómetros.

EN DOS RUEDAS. De los 220 alumnos de la escuela de La Ciénaga, 112 eligieron tener una bicicleta.  LA GACETA / ANALIA JARAMILLO EN DOS RUEDAS. De los 220 alumnos de la escuela de La Ciénaga, 112 eligieron tener una bicicleta. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO
04 Marzo 2006
Paola Gómez (11), de 6º grado, ya no tendrá que caminar tantos kilómetros para llegar a la Escuela Nº 236, La Ciénaga, departamento Monteros.
La niña ahora cuenta con una bicicleta que le entregó el Programa nacional de Atención a la Niñez y Adolescencia en Riesgo (ProAme), que le servirá para ahorrarse la caminata de 5 kilómetros que la separan de su casa, ubicada en el paraje conocido como Zavalía.
De esa zona proviene la mayoría de los 220 alumnos de la escuela de La Ciénaga, de los cuales 112 optaron por pedir una bicicleta, y 108 eligieron camas y colchones.
Además de la distancia que hay entre las casas y la escuela, la otra dura realidad que deben afrontar los niños de esta zona es la falta de un lugar para dormir o el hecho tener que compartir la cama con sus hermanitos y la habitación con los adultos.
Antes de recibir su nueva camita, David (9) dormía con su hermano de 15 años. Sus otros cuatro hermanos también duermen de a dos en un mismo lecho.
Los seis chicos asisten a la escuelita de Monteros, y -como era de esperar- eligieron camas para poder dormir solos.
Pero el ProAme no sólo entregó elementos para los chicos; también asistió en los siete casos de desnutrición y de bajo peso detectados en 2005.
“El mayor desafío para los docentes es recuperar a los niños del trabajo en las cosechas; el trabajo infantil es la mayor causa de ausentismo y deserción escolar”, comentó la secretaria del establecimiento, Roxana Chaván.