Buenos Aires.- La irresuelta situación del zaguero Horacio Ameli, marginado hace seis meses del plantel de River Plate por un enfrentamiento personal con su ex compañero de equipo Eduardo Tuzzio, plantea un debate moral en la interna del club de Núñez, ya que tanto el cuerpo técnico como los dirigentes quieren reincorporarlo al equipo y algunos referentes se oponen.
Hoy, en River, el caso Ameli sigue siendo un tema tabú. En mayo, River sufrió el “click” que prácticamente signó su año futbolístico. Hasta ahí venía dando pelea en el Clausura, entreverado con Vélez, de Miguel Russo, y Estudiantes, de Reinaldo Merlo, y se clasificaba para los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Episodio íntimo
Allí se difundió un episodio íntimo entre dos jugadores del plantel, Ameli y Tuzzio, que virtualmente cambió el estado de ánimo de todos: jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, quienes quedaron superados por un tema que provocó la ruptura de la relación entre los dos marcadores centrales.
La primera consecuencia fue el bajón en el Clausura: River perdió cuatro partidos en mayo (San Lorenzo, Olimpo, Boca, Gimnasia y Esgrima) que bien pudo haber ganado. Incluso en dos de ellos estaba en ventaja. Se advirtió rápidamente que el clima interno era otro. Ameli, de 31 años, uno de los símbolos por su carácter y sus atributos futbolísticos, fue condenado por una actitud juzgada como inmoral por la mayoría de sus compañeros.
Tuzzio (dos años menos) recibió la solidaridad pero tampoco fue el mismo como futbolista. Lo demás es conocido: River, en junio, fue eliminado por San Pablo en semifinales y de ahí en adelante, cambiando siete jugadores y hasta al técnico -se fue Leonardo Astrada, llegó Reinaldo Merlo-, no repitió actuaciones de los primeros cuatro meses del año. El club transfirió a Tuzzio al Mallorca español y colgó a Ameli.
Pero en el universo riverplatense, su hinchada o buena parte de ella, ante las frustraciones del equipo y la falta de personalidad atrás, pretende revivir el caso Ameli y que le den por cumplida la condena. Se sabe que moral es aquello concerniente a la conciencia de cada individuo. Algo que apunta al bien en general.
También lo de dar moral explica brindar confianza o buen ánimo, todo lo que en el caso Ameli, él no cumplió con su antiguo amigo Tuzzio. Ahora bien: ¿cuánto le cabe de condena por el supuesto delito no penal de ser un individuo acusado de “inmoral” fuera de la cancha y dentro de un plantel?
Algunos de sus rivales -el recuerdo del inefable Antonio Barijho en Banfield- tampoco fueron los mejores ejemplos. Y mientras suenan nombres de otros zagueros “carísimos” Paulo Ferrari y Sebastián Domínguez, Ameli, que es del club y no generaría erogaciones, sigue corriendo solo. (Télam)