"La medicación es parte de un programa integral"

"Estoy tranquila porque sé que estoy haciendo lo que debe hacerse", aseguró Susana Viale, directora del Instituto Roca, responsable de haber iniciado un programa de rehabilitación de los menores adictos que allí se encuentran detenidos.Por primera vez, desde que estalló la polémica por el uso de medicamentos en el tratamiento, la psiquiatra habló con LA GACETA sobre este tema.

-¿Por qué piensa que el tratamiento generó tanto debate?
-El Roca dejó de ser noticia por los motines, la corrupción, el secuestro de puntas y la venta de drogas. Y aclaro que, cuando me hice cargo, soporté dos revueltas de los internos porque sabía que las cosas iban a cambiar. Y así ocurrió. En el último motín, un chico prendió fuego a un colchón y los otros se mantuvieron al margen o ayudaron a apagar el fuego.

-¿Está dolida por las críticas que recibió de otros profesionales?
-Opinar sobre lo que no se conoce, es lo mismo que tener malas intenciones. Aquí los chicos no están dopados porque se les dé una pastillita. La medicación es un punto más de un programa integral de rehabilitación.

- ¿Y cómo es ese programa?
- Desde marzo en el Instituto funciona una escuela donde no sólo asisten los internos. También se recibe a los chicos que ya fueron entregados a sus padres y que, como son discriminados en otros establecimientos por sus antecedentes, siguen tomando clases. Permanentemente, se controla su estado de salud para garantizar su desarrollo y su crecimiento como personas. Y en lo que se refiere a su salud mental, buscamos que dejen de autodestruirse.

-¿Por qué dejó de haber problemas en el Roca?
-Hay varios elementos y no sólo se trata de la medicación. Una de las primeras medidas que tomamos, fue cambiar totalmente el cuerpo de celadores. Recibimos 40 agentes que acababan de ingresar a la fuerza policial, que fueron especialmente capacitados para cumplir con este trabajo. Los chicos ahora tienen platos y vasos para comer, duermen en camas y no en colchones tirados en el suelo en un edificio que de, a poco, va mejorando.

- ¿Qué resultado percibe en los internos?
- Es simple; cuando llegan les preguntamos qué quieren ser cuando sean grandes. Ellos nos contestan que no saben, pero después de haber recibido el tratamiento, sueñan con ser obreros.

- Se cuestiona que el programa se desarrolla sin la autorización de la Justicia.
- La Justicia está perfectamente al tanto de lo que hacemos. Además, ahora tenemos forenses que están analizando todo, y eso me parece perfecto.

- ¿Es el lugar propicio para tratar de recuperar a los menores?
- El Instituto Roca fue creado para rehabilitar a los menores que cometieron delitos, y no para tenerlos encerrados y nada más. Hay que acabar con la hipocresía. Los ilícitos los cometieron bajo efectos de la droga. Los tucumanos deben asumir que ellos son capaces de matar o de matarse para conseguir las sustancias.

- ¿Por qué le molesta tanto esa pregunta?
- Porque me doy cuenta de que, después de seis meses de haber luchado para hacer entrar en razón a los chicos, ahora debo hacerlo con los adultos.