Suspirar. Relajarse. Y hacerlo como si fuera la última vez. Ese es el secreto de un beso. Al menos eso dice la psicoterapeuta estadounidense Cherie Byrd, quien fundó en 1998 la famosa “Academia del Beso”, donde ya aprendieron las técnicas de este deleite más de 400 parejas.
La teoría es simple. La especialista del diván sostiene que un mal primer beso presagia una relación sentimental terrible e infructuosa, porque ese pionero contacto de labios resulta crucial.
En la actualidad, sus clases se llenan de enamorados que pagan 275 dólares para aprender la técnica. Los cursos comienzan con un masaje de pies, un baile sensual y, finalmente, los ansiados besos. A continuación, los consejos de la experta:
• No apure las cosas. La mayoría de los hombres son besadores impacientes que ignoran que las mujeres se sienten presionadas.
• Disfrute del momento y actúe en unión con su pareja.
• Relájase. No hay nada peor que un beso con los labios apretados.
• Imagine sus labios juntándose con los de su amante. Visualice la piel, de forma tierna y apasionada.
• Respire profundo y deje fluir la energía sexual.
• Los gemidos son una buena expresión de placer que transmiten confianza al otro.
• Sin entrar en la locura, intercambie al principio una serie de besos lentos, suaves y cortos.
• Bese como si fuera la última vez.