AUDIENCIA. El MPF imputó a Luis Ortiz y a Julieta Solórzano como coautores del homicido de Kevin Avellaneda.
El Ministerio Público Fiscal imputó a dos personas que están siendo investigadas por el crimen de Kevin Owen Avellaneda, el joven de 22 años que fue encontrado sin vida el 26 de diciembre en un cañaveral de Concepción. Los sospechosos, Luis Alberto Ortiz y Julieta Solórzano, estarán con prisión preventiva por los próximos tres meses.
El pasado viernes la provincia registró su undécimo homicidio de diciembre tras un llamado al 911, en el cual se alertaba del hallazgo de un cadáver oculto en un callejón entre cañaverales, a pocos metros de la calle Vicente López y Planes y cerca de la cancha de golf del ingenio La Corona, en Concepción. Cuando los policías llegaron al lugar mencionado, rápidamente identificaron a Avellaneda como la presunta víctima ya que su billetera y su DNI estaban junto a él.
Al inspeccionar la escena del crimen, los peritos encontraron manchas pardorrojizas, un destornillador, varias prendas de vestir y observaron huellas de neumáticos cerca del cuerpo, que ingresaban y salían del callejón. Tras practicarle la autopsia confirmaron que la víctima había sido herida con un arma blanca en la cara interna del muslo derecho que le provocó un desangramiento que derivó en un shock hipovolémico.
En paralelo, investigadores de la Unidad Fiscal de Homicidios del Centro Judicial de Concepción, siguiendo las órdenes del fiscal Miguel Varela, comenzaron a entrevistar a los allegados de Avellaneda para develar lo que había pasado.
Reconstrucción
Los testigos relataron que Kevin vivía junto con su pareja, Nahir Espíndola, y con su hermano, Aaron Alexis Avellaneda, en una pensión destinada para gente que vive en situación de calle y que padecía de consumo problemático de sustancias. “Un vecino, contó que Kevin y su hermano se dedicaban a ser acompañantes de varones y mujeres que paraban en la pasarela de la calle Sarmiento, que los veía subir en automóviles y luego regresar con dinero”, mencionó la auxiliar de fiscal Gabriela Ghilardi. Al entrevistarse con Alexis Avellaneda, el joven explicó que junto con su hermano cuidaban vehículos estacionados en las calles Heredia y Moreno de la ciudad sureña y que, en ocasiones a él y a Kevin los buscaban en vehículos ya que trabajaban como acompañantes. “Dijo que el 25 de diciembre, aproximadamente a las 22, un hombre lo levantó en un auto Chevrolet Corsa de color blanco y con un guardabarros delantero rojo. Dijo que se dirigieron hacia un pasaje detrás de una fábrica, que el conductor le quiso desprender el pantalón y él tomó el celular del chofer, salió corriendo y luego vendió el dispositivo a $30.000”, informó Ghilardi.
HALLAZGO. El cuerpo de Kevin estaba en un cañaveral de Concepción.
Alexis informó que la última vez que vio a su hermano fue esa misma noche afuera de una clínica médica. La pareja de la víctima manifestó que también vio a Kevin por última vez el 25 de diciembre. “La testigo dijo que Kevin y su hermano últimamente trabajaban con viejos, dijo que los levantaban en diferentes autos. Recordó que Alexis llegó esa noche corriendo diciendo que había robado un teléfono. Minutos después observó al auto Corsa pasar reiteradas veces por el frente de la casa y que el chofer le gritó: ‘Te voy a cagar (sic) matando’”, citó la representante del MPF.
Con esos datos, los pesquisas revisaron las cámaras de seguridad y localizaron al auto descrito por los testigos. Los videos capturaron a Solórzano subiendo al vehículo de Ortiz, y luego a Kevin ingresar a la parte trasera para finalmente dirigirse, alrededor de la 1.35 del 26 de diciembre, hacia el callejón donde la víctima fue hallada sin vida. Aproximadamente a las 2, las imágenes mostraron nuevamente a Solórzano corriendo por la esquina de la calle Vicente López y ruta 38, y al auto huyendo en dirección contraria.
Después de identificar a los sospechosos, un equipo de la Brigada de Investigaciones allanó los domicilios de Ortiz y de Solórzano, donde encontraron las prendas de vestir con las que aparecían en los videos y elementos de interés para la causa que deberán ser peritados. El 27 de diciembre aprehendieron a Ortiz cuando salía de su domicilio mientras cargaba bolsos en su auto. A Solórzano la aprehendieron al día siguiente cuando salía de un hotel en Concepción.
Ayer el MPF los imputó como coautores del delito de homicidio simple y solicitó que fueran sometidos a seis meses de prisión preventiva para cautelar la investigación. La defensora de Solórzano, Jessica Lonzallez, se opuso al pedido de preventiva y a la formulación de cargos al considerar que no hay evidencias suficientes. Con el respaldo de su abogada, la imputada pidió hacer una aclaración. “Yo me enteré de esto tarde por Facebook, entonces fui a la base de monitoreo a decir quién era esta persona (refiriéndose a Ortiz). Después fui a la Brigada, aporté mi celular y firmé el acta. No entiendo por qué estoy acá, es una pesadilla”, expresó.
Manuel Pérez, abogado de Ortiz, únicamente se opuso al plazo de la preventiva y requirió que fuera por 30 días. Finalmente, el juez Martín Cacici resolvió hacer lugar a todos los pedidos de la Fiscalía, pero dispuso la prisión preventiva por tres meses.










