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Tras la difusión de una denuncia contra su esposo, Bernardo Solá, por presunto acoso, hostigamiento laboral y deudas salariales, Maru Botana decidió romper el silencio. La pastelera abordó por primera vez las acusaciones dirigidas hacia su marido y mostró una postura tajante frente a la situación. En sus declaraciones, minimizó el conflicto.
"Está de moda hablar mal de los jefes", lanzó como única explicación ante la prensa. Finalmente, derivó cualquier resolución al ámbito judicial al confirmar que el asunto ya se encuentra bajo la supervisión de sus abogados.
Por qué denunciaron al marido de Maru Botana
El conflicto judicial surgió luego de que una joven contactara a los medios para relatar el hostigamiento recibido por parte del esposo de la cocinera. Según trascendió, el testimonio original no salió a la luz debido a un pacto previo entre las partes: “Escándalo judicial. Hace un tiempo nos escribió una chica que se sentía hostigada por el marido de Maru Botana. Iba a dar la nota y casualmente llegaron a un arreglo judicial y la nota no se hizo”, revelaron sobre los antecedentes del caso.
Sin embargo, una nueva demanda formal contra el matrimonio ingresó recientemente en el Juzgado Nacional de Primera Instancia n°47 por deudas salariales y maltrato. “Una exempleada de Maru Botana que trabajaba en su local de la calle Echeverría demandó a la pastelera y a su esposo por deudas salariales y, particularmente, contra Bernardo Solá, que es el esposo de Maru, por acoso y hostigamiento laboral”, detalla la acusación.
El escrito judicial profundiza en comportamientos inapropiados del hombre, al señalar que “el señor Solá habitualmente observaba partes específicas del cuerpo de la actora, incluso del cuerpo de otras trabajadoras, que no solo la incomodaba, sino que la obligó a dejar de maquillarse para llegar al trabajo más desprolija”.
¿Cómo fue el acuerdo al que llegaron el esposo de Maru Botana y su denunciante?
El cronista de espectáculos profundizó en los pormenores del convenio legal que puso fin al litigio, describiéndolo como una resolución de carácter económico. “Fue un acuerdo transaccional. Se solicitó la homologación y dieron el pago de un monto embargado. Después se solicitó el levantamiento del embargo. La actora, a fin de llegar a un acuerdo conciliatorio, reajusta el monto de su demanda, incluyendo intereses calculados hasta la fecha en la suma de 50 millones de pesos”, explicó sobre la cifra final pactada para cerrar la causa.
De acuerdo a la lectura del documento realizada por Ángel de Brito, el matrimonio aceptó el pago sin admitir culpabilidad legal sobre los hechos denunciados. “Los demandados, sin reconocer hechos ni derecho, y en su efecto conciliatorio, prestan conformidad a lo manifestado por la actora en la cláusula anterior y se obligan a abonar dichos montos a la actora”, rezaba el texto. El periodista precisó además el cronograma de desembolsos, indicando que “el 9 de diciembre pagaron la suma de 22 millones de pesos y después va todo en cuotas de 11 mil dólares el 8 de enero y dos mil dólares por mes hasta saldar la deuda total”.









