
MUERTE EN EL MAR. El Pentágono anunció que había atacado a tres barcos y matado a ocho “narcoterroristas”.

WASHINGTON, Estados Unidos.- Senadores de Estados Unidos sometieron a altos funcionarios de seguridad nacional del presidente Donald Trump a un intenso interrogatorio sobre los ataques contra lanchas en el Caribe y el Pacífico, que hacen temer una escalada militar cerca de Venezuela.
La sesión informativa, encabezada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el de Estado, Marco Rubio, tiene lugar en medio de una creciente inquietud en el Congreso por la expansión de la campaña del presidente en aguas de América Latina, y mientras los legisladores evalúan medidas para limitar la autoridad de Trump para actuar sin su aprobación.
El gobierno de Trump asegura que las operaciones buscan detener el flujo de drogas con destino a Estados Unidos. Pero los críticos cuestionan la legalidad de la campaña, que deja al menos 26 embarcaciones destruidas y 95 muertos, según cifras del ejército estadounidense.
La sesión precedió a una posible votación en el Senado sobre resoluciones destinadas a restringir que Trump lance una acción militar contra Venezuela sin acuerdo del Congreso.
El líder demócrata de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, declaró a periodistas al salir de la sala que los funcionarios no habían aportado nada nuevo. “El gobierno vino a esta sesión con las manos vacías (...) y si no pueden ser transparentes sobre esto, ¿cómo se puede confiar en su transparencia sobre los demás asuntos que agitan el Caribe?”, afirmó.
Los ataques a las lanchas han generado especial atención por una operación del 2 de septiembre en el que las fuerzas estadounidenses atacaron los restos de una embarcación que ya había sido impactada y mataron a dos sobrevivientes.
Senadores demócratas y republicanos han exigido respuestas sobre la base legal de ese ataque y la negativa de un acceso pleno del Congreso a las imágenes en video, que hasta ahora solo vieron unos pocos legisladores de alto rango.
Schumer advirtió que el secretismo -sumado a la presencia en la región de tropas estadounidense y el portaviones USS Gerald Ford, el más grande del mundo- podría arrastrar al país a un conflicto de duración indefinida.
Al salir de la reunión, Rubio y Hegseth defendieron la campaña naval como una “misión muy exitosa”, que según dijeron apunta contra organizaciones designadas terroristas por Washington y cárteles a los que acusan de traficar drogas y armas a Estados Unidos.
Top secret
Rubio dijo que el Pentágono permitiría a los miembros de los Comités de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes y del Senado ver el video a finales de esta semana junto al comandante que ordenó los ataques, el almirante Frank Bradley. “Pero, en consonancia con la política de larga data del Departamento de Defensa, no vamos a divulgar al público un video top secret, completo y sin editar”, apuntó Hegseth.
Algunos republicanos cuestionan si apuntar contra náufragos sospechosos de narcotráfico viola el derecho internacional.
Expertos legales señalan que el caso deja en evidencia una tensión clave en el enfoque de Trump: tratar el narcotráfico como un acto de guerra.
Esta semana, Trump firmó un decreto que clasifica el fentanilo, un potente opioide que ha provocado una crisis sanitaria en Estados Unidos, como un “arma de destrucción masiva”.
Sin embargo, que se cree que la mayoría de las embarcaciones interceptadas transportaban cocaína, no fentanilo. Pese a los crecientes cuestionamientos, la campaña no muestra señales de terminar.
El lunes, el Pentágono dijo que había atacado tres embarcaciones presuntamente cargadas de drogas en el Pacífico oriental, y que mató a ocho “narcoterroristas”. El gobierno de Trump ha aumentado la presión sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro.









