
Así es por dentro la casa de Ricardo Darín: la residencia de 1938 que combina elegancia y modernidad

En una de las zonas más tradicionales de Palermo, entre calles arboladas y construcciones históricas, se levanta la casa donde Ricardo Darín y Florencia Bas construyeron su vida familiar desde hace más de veinte años. Lejos del ruido mediático y de la exposición permanente, la propiedad se ha convertido en un refugio que combina historia, diseño y una calidez muy ligada al estilo personal del actor.
Una residencia con sello histórico
La vivienda, edificada en 1938, conserva la esencia de su época: una fachada sólida, equilibrada y elegante, que respeta la identidad del barrio. Su estructura original permanece casi intacta, una elección deliberada para mantener el espíritu clásico de la construcción. Desde el exterior, su porte aristocrático adelanta el carácter de los espacios interiores.
Al cruzar la entrada, la amplitud domina la escena. Los ambientes se abren paso con techos altos, ventanales generosos y una distribución que favorece la entrada de luz natural. Esa claridad se integra de manera armoniosa con el jardín trasero, uno de los rincones más valorados por la familia.
Un interior que combina funcionalidad y estilo
La sala de estar resume el concepto general de la vivienda: sobriedad, calidez y elegancia. Con un mobiliario contemporáneo en tonos oscuros, pisos de madera y una iluminación pensada para crear atmósferas íntimas, el espacio refleja la búsqueda de equilibrio entre lo moderno y lo clásico.
La cocina, renovada con criterios actuales, presenta una estética minimalista y funcional. Electrodomésticos de última generación, una isla central y una combinación de madera y acero dan lugar a un ambiente práctico, ideal para la vida cotidiana. Los dormitorios continúan esa línea estética: colores suaves, diseño simple y un clima de serenidad pensado para el descanso. Los baños, amplios y equipados con terminaciones de alta gama, completan el concepto de confort.
Un oasis verde en plena ciudad
El jardín, amplio y meticulosamente cuidado, es uno de los tesoros de la casa. Entre árboles, arbustos y senderos verdes, Darín disfruta de momentos de tranquilidad junto a su familia y sus perros. Este espacio funciona como una barrera natural frente al ritmo urbano y aporta un aire de retiro dentro de la ciudad.
En el fondo del terreno, la pileta marca la transición hacia un sector de parrilla y un área de descanso diseñada para recibir amigos y celebrar encuentros al aire libre. Entre las especies del jardín, destaca una planta de bajo mantenimiento y notable presencia estética, elegida por su capacidad para integrarse al paisaje sin alterar la armonía general.







