El Enre dio sus recomendaciones para ahorrar en consumo energético con el uso del aire acondicionado. Foto: El País
Inicia la temporada de verano y los aires acondicionados empiezan a funcionar día y noche en la mayoría de los hogares argentinos. Es que la temporada estival en el país puede tener temperaturas medias pueden variar entre regiones, pero siguen siendo elevadas: entre 35 y 45 °C. Con estas marcas del termómetro, los equipos de refrigeración se vuelven indispensables para transitar el día a día. Pero después llegan las dolorosas facturas de servicios.
Aunque los ambientes del hogar pueden prepararse para funcionar como un aislante térmico, en muchas regiones estos complementos no resultan suficientes. Sin embargo, pueden funcionar como protectores térmicos para no demandar demasiado a los equipos de refrigeración. Aún así los aires acondicionados se encienden y es necesario conocer cuáles son las condiciones óptimas de uso para no gastar en demasía.
¿A qué temperatura debe funcionar el aire acondicionado para ahorrar?
Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre), un aire acondicionado de 2.200 frigorías frío/calor consume un promedio de 1.013Wh en una hora; uno de 3.500 frigorías frío/calor, 1.613Wh y uno de 4.500 frigorías frío/calor inverter, 1.365Wh por hora.
En definitiva, en verano al usar el aire acondicionado ajustar el termostato a 24 °C es práctico porque los ambientes no se enfrían más rápido aunque bajemos más la temperatura. Además, será un gasto necesario de energía. Cada grado de diferencia supone un ahorro de un 8% de energía.
En invierno, en la mayor parte de las zonas climáticas del país, ajustar la temperatura a 20 °C es suficiente para mantener el ambiente en condiciones confortables. Bajar el termostato en 1 °C puede generar un ahorro del 10 al 20% del consumo en calefacción.
Cómo mejorar el uso del aire acondicionado en verano
Según la “Guía de buenas prácticas para un uso responsable de energía” de la Secretaría de Energía, se puede conseguir hasta un 60% de ahorro de energía con un adecuado aislamiento en techos y muros. Instalando toldos, aleros o persianas en las ventanas donde da el sol, reducimos aún más el uso del aire acondicionado en verano. Además, los nuevos aires utilizan el gas refrigerante R310A, más eficiente y menos contaminante que el antiguamente utilizado R22.
La tecnología inverter permite al equipo variar su frecuencia y regular el ciclo eléctrico reduciendo el consumo de energía hasta un 60%. Esto hace que se eviten los picos de consumo que se generan cuando el compresor arranca, alcanzando mayores niveles de confort ya que mantiene la temperatura del ambiente.








