RAPIDEZ. Las pruebas realizadas tardan entre 15 y 20 minutos hasta obtener los resultados de los pacientes.
Bajo una lluvia persistente, la plaza Urquiza amaneció ayer con una enorme carpa blanca y un llamativo listón sobre avenida Sarmiento. Allí, cada persona que pasaba recibía un pequeño lazo rojo y un folleto informativo sobre la lucha contra el SIDA. Aunque el clima no ayudaba, no fueron pocos los vecinos que se acercaron a participar de una jornada en la que se ofreció testeos rápidos, consejos y distribución de preservativos en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el VIH.
La doctora Claudia Lucena, jefa de la Unidad VIH, ITS y Hepatitis virales de la provincia, describió la propuesta como una actividad de promoción y prevención integral. “Acá hay material gráfico, entrega de preservativos, enseñanza del uso correcto. Nos acompaña Salud Sexual y Reproductiva, inmunizaciones para vacunar contra hepatitis B y otras vacunas. Y están las pruebas rápidas: toda persona que quiera venir a hacerse la prueba de 9 a 16 puede hacerse VIH y sífilis. Se toma una gotita de sangre del dedo y la lectura se hace entre 15 y 20 minutos”, explicó.
En 1988 una iniciativa de dos responsables de comunicación del programa de VIH de la Organización Mundial de la Salud, eligió esta fecha para hacer visible esta enfermedad año tras año. La intención fue garantizar que el tema lograra impacto global en un período donde las noticias de salud podían ocupar un lugar central.
El listón rojo, en tanto, se convirtió en símbolo mundial de esta lucha en 1991, impulsado por el colectivo artístico Visual AIDS Artists Caucus en Nueva York. Eligieron ese color por su asociación con la sangre, el amor y la pasión, para reflejar tanto la urgencia de la epidemia como el vínculo humano y afectivo con las personas afectadas. Inspirado en los lazos amarillos utilizados para recordar a soldados en guerra, esta cinta buscó generar un gesto simple, visible y universal de solidaridad, memoria y no discriminación hacia quienes viven con VIH. Desde entonces, se usa en actos oficiales, campañas comunitarias y conmemoraciones en todo el mundo.
La alerta que preocupa
Lucena remarcó que al lado de la preocupación por el SIDA, la sífilis es otro mal que se mira como una bandera roja. Es que la tendencia nacional en aumento también se observa en Tucumán.
“No estamos al margen de la suba de casos de sífilis. Sobre todo en grupos etarios diez años más jóvenes que los diagnósticos de VIH. Es una infección que muchos creen banal porque se cura con antibióticos, pero no es así. Una dosis de penicilina alcanza solo si es reciente, pero lo más importante es entender que la sífilis es la puerta de entrada al VIH. Por eso hay que diagnosticarla y tratarla”, remarcó.
Frente a quienes no usan preservativo de manera consistente, la especialista recordó que hoy existe otra herramienta preventiva: la profilaxis preexposición (PrEP).
Diagnóstico temprano
La médica enfatizó que detectar la infección a tiempo “evita que el virus dañe el sistema inmunológico hasta llegar a una situación de vulnerabilidad extrema”.
Aunque muchas personas que desconocen su diagnóstico pueden sentirse bien durante años, el deterioro crónico continúa en silencio. “Cuando el sistema inmune está devastado aparecen las infecciones oportunistas”, señaló.
La doctora insistió también en un punto clave: “Con todas las herramientas disponibles, nadie debería morirse de SIDA. Pero primero hay que hacerse la prueba”.
Por eso detalló cómo continúa el proceso si un test rápido da reactivo.“La prueba rápida no busca el virus sino anticuerpos. Para confirmar, pasamos a biología molecular donde se detecta el virus, en qué cantidad está y se evalía el estado inmunológico de la persona. Si la infección es reciente, iniciar tratamiento precoz es lo mejor que puede pasar porque llegamos a la indetectabilidad, la carga viral baja a niveles que no se detectan y el sistema inmune se recupera. Esa persona no solo tendrá buena calidad de vida: dejará de transmitir el virus por vía sexual”, dijo
Por qué educar
Mientras hablaba, grupos de estudiantes con mochilas se acercaban a los stands. Lucena valoró especialmente su presencia.“La Educación Sexual Integral es fundamental. Es cuando uno aprende, antes de tener relaciones, cómo cuidarse. El cuerpo no es solo lo estético, sino también lo que nos permite respirar, estudiar, trabajar, vivir bien. Si la familia no puede enseñar cómo cuidarlo, lo debe hacer la escuela”, señaló.
Recordó además que la respuesta al VIH es intersectorial: “Salud sola no puede contra una pandemia que lleva 40 años. Trabajamos con universidades, municipios, áreas de diversidad y género. La prevención combinada funciona, pero también hay que trabajar en lo más duro: el estigma y la discriminación”.
El ministro de Salud, Luis Medina Ruiz, también recorrió la carpa y reforzó el mensaje. “Siempre decimos que más vale prevenir que curar. Mucho tiene que ver este evento de concientización. Esto es sensibilizar: que quienes tienen dudas o nunca se hicieron un análisis se acerquen. El estudio es gratuito y confidencial”.
A pocos metros, Elena, de 31 años, esperaba su resultado. “Me hago el examen todos los años. Saber que estoy sana es fundamental, y que exista un test que está listo en media hora es espectacular. En mi grupo de amigas soy la que insiste con chequearse, incluso las que están en pareja hace años”, contó.
Entre los estudiantes, Pablo, del Colegio Nacional, llegó con sus compañeros tras ver la cinta roja en la calle. “Nos llamó la atención y entramos. Nos dieron información, preservativos y estamos pensando en hacernos el test. Uno nunca sabe. Yo sí vi en redes que los casos de sífilis aumentaron. Es bueno que esto se haga en la plaza, porque no todos saben o tienen buena información sobre sexualidad e infecciones”, dijo.
El uso de preservativos cae sostenidamente en Argentina
En un contexto en el que las infecciones de transmisión sexual vuelven a mostrar picos de crecimiento, los datos sobre el uso de preservativos en Argentina encienden alarmas. Según cifras del mercado, el consumo cayó de manera sostenida durante los últimos dos años. Un 10% en 2023 y un 24% en 2024.
“Después de tanto tiempo de campañas, estamos peor que antes”, reflexionó Victoria Copelovic, dueña de Tulipán Argentina, una de las marcas más populares del país. Entre 2013 y 2022, el promedio de consumo anual era de 179 millones de preservativos, pero hoy la curva muestra un retroceso que preocupa a especialistas en salud pública y educación sexual.
En declaraciones a LG Play Copelovic, analizó que la razón detrás del menor uso de preservativos en Argentina combinan factores sociales, culturales y educativos. Así, mencionó la falta de campañas de prevención, la falta de cumplimiento de la Educación Sexual Integral y un posible fin del estigma que cra un nuevo riesgo. Es que a pesar de que Copelovic destacó como positivo que el VIH y el sida hayan dejado de ser temas estigmatizados, señaló una consecuencia inesperada. “Algunos jóvenes sienten que todo es resoluble. Y no es así. El VIH no es la única ITS, y métodos como la PrEP previenen el VIH, pero no protegen de todas las infecciones. El preservativo sigue siendo el único método de doble barrera”, remarcó.
Revertir la tendencia
Para aportar soluciones, Tulipán encaró diferentes líneas de trabajo. Una de ellas fue la campaña “No aprendes de plomería ni de sexo”, que vinculaba la porno con tutoriales de oficios para subrayar que nada de lo que se ve allí puede tomarse como modelo educativo.
El mayor esfuerzo además se dio en las escuelas. En alianza con la asociación civil Presérvate, la marca financió 150 charlas gratuitas de educación sexual en establecimientos estatales durante 2024 y 2025. La demanda fue tan grande que debieron ampliar su plan original. “Habíamos proyectado 100 charlas para 2025, pero nos pidieron dar más. Hay una enorme necesidad de información. Los jóvenes quieren saber, pero muchas veces no tienen los recursos ni las herramientas”, comentó.
Copelovic también explicó la estrategia de Tulipán para sostener precios accesibles en un contexto económico complejo. La marca importa sus preservativos hace más de 15 años de fábricas de Malasia y Tailandia, reconocidas por abastecer a países con estrictos estándares sanitarios. En Argentina realizan el lubricado, acondicionamiento, agregados de aditivos y la producción de lubricantes. “Queremos que cuidarse sea fácil y accesible. El preservativo ya es una commodity: estás comprando lo mismo, pero más barato”, resumió.
Más allá de la situación del mercado y de las marcas, Copelovic cierra con un mensaje simple: “No importa cuál compres: cuidate. Si te cuidás vos, cuidás al otro. Y esto es comunitario”.
“La gente aún tiene miedo al estigma social”
La directora ejecutiva adjunta de Fundación Huésped, Mar Lucas Gómez, advirtió durante una charla con LG PLAY sobre el preocupante escenario epidemiológico en Argentina, donde 6.400 personas reciben un diagnóstico positivo de VIH cada año. Pese a los enormes avances científicos logrados en cuatro décadas, la especialista alertó que el país atraviesa un retroceso en políticas de prevención, con impacto directo en el aumento de infecciones y en la persistencia del estigma.
“En estos 40 años hubo un avance espectacular de la ciencia. Los tratamientos logran que el virus sea indetectable en pocas semanas y sabemos que cuando es indetectable es intransmisible”, explicó. No obstante, destacó que estas herramientas biomédicas conviven con una caída sostenida de las campañas de concientización y de los programas de prevención combinada.
Lucas Gómez señaló que la falta de políticas públicas sostenidas, la reducción de presupuesto y la discontinuidad en las acciones de prevención son factores clave que explican el aumento de diagnósticos de VIH y de otras infecciones de transmisión sexual (ITS), como la sífilis.
“El programa de prevención combinada -que incluye preservativos, acceso al testeo sistemático, información, profilaxis pre y pos exposición (PrEP y PEP)- está reducido desde hace tiempo. Esto impacta directamente en la cantidad de nuevos casos”, afirmó.
La especialista aclaró también que, pese a los avances médicos, el estigma asociado al VIH sigue siendo una de las mayores barreras para el diagnóstico. “El estigma y la discriminación no han disminuido. En los últimos años crecieron los discursos de odio, homofóbicos y transfóbicos, y eso impacta en la salud pública. Mucha gente evita hacerse el test en su lugar de residencia para que nadie la vea entrar a un servicio de infectología”, reveló.
Lucas Gómez recordó que quienes reciben un diagnóstico de VIH todavía pueden enfrentar reacciones adversas en sus círculos cercanos: “Hay personas que pierden su trabajo, parejas que las abandonan o familias que no quieren saber del tema”.
DEMANDA. Para los especialistas hay una gran necesidad de brindar información.
Otro factor preocupante es la caída en el uso de preservativos, especialmente entre jóvenes. Según la referente de Fundación Huésped, esto responde a múltiples causas: disminución en la distribución oficial de preservativos, falta de implementación plena de la Educación Sexual Integral (ESI); mensajes en redes sociales que promueven prácticas sin protección; y desconocimiento de herramientas.









