
¿Panza hinchada? Así podés aliviar este malestar de forma natural con cinco alimentos

La sensación de tener el abdomen hinchado o pesado es un malestar muy frecuente, sobre todo después de comidas abundantes o ricas en grasas. También puede deberse a una mala digestión, acumulación de gases o incluso a ciertos hábitos alimenticios poco saludables. Aunque suele ser pasajera, esta incomodidad puede afectar el bienestar diario.
Los especialistas coinciden en que una alimentación equilibrada es clave para prevenir y aliviar la distensión abdominal. Según la dietista Ana Ruiz Vargas, del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía, “mantener una dieta rica en fibra, frutas y verduras, y evitar los excesos, es fundamental para mejorar la digestión y reducir la inflamación”.
A continuación, algunos alimentos que ayudan a deshinchar el abdomen de forma natural:
1. Semillas de lino
Son ricas en ácidos grasos omega 3, fibra y antioxidantes. Favorecen el tránsito intestinal y ayudan a reducir la retención de líquidos, contribuyendo a una digestión más ligera.
2. Frutos rojos
Contienen antioxidantes como las antocianinas y el resveratrol, que ayudan a combatir la inflamación y a eliminar líquidos acumulados. Además, aportan fibra y vitamina C.
3. Palta
Este fruto aporta grasas saludables con efecto antiinflamatorio. Además, su contenido en potasio ayuda a equilibrar los líquidos del cuerpo, reduciendo la sensación de hinchazón.
4. Banana
Gracias a su alto contenido de potasio y fibra insoluble, la banana mejora el tránsito intestinal y combate la retención de líquidos. Es ideal para acompañar desayunos o meriendas.
5. Kiwi
Contiene una enzima llamada actidina, que favorece la digestión de las proteínas. Es una excelente opción para quienes sufren de digestiones pesadas o lentas.
Por el contrario, los expertos recomiendan evitar alimentos con exceso de azúcar, grasas saturadas y sal, así como las bebidas gaseosas, el alcohol y los productos muy picantes o ácidos, que pueden agravar la hinchazón.
Finalmente, se aconseja comer despacio, reducir la cantidad de líquidos durante las comidas y descansar unos minutos después de comer. Pequeños cambios en la rutina alimentaria pueden marcar una gran diferencia en la digestión y el bienestar general.







