Mantener las sandalias limpias puede convertirse en un verdadero reto. El polvo, el sudor o las salpicaduras de bebidas pueden arruinar su aspecto, especialmente cuando están hechas con materiales delicados como la gamuza o el yute. Afortunadamente, existen métodos simples y efectivos para eliminar manchas y conservarlas en perfecto estado sin necesidad de recurrir a una limpieza profesional.
De acuerdo con el sitio especializado en calzado Pequeña Huella, “la gamuza es un material elegante pero muy sensible al agua”. Para mantenerla en óptimas condiciones, se recomienda eliminar primero el polvo con un cepillo de cerdas suaves o una goma especial.
Si la mancha persiste, el consejo es frotar suavemente con una goma de borrar neutra. Luego, dejá secar al aire, lejos del sol, y cepillá nuevamente para recuperar la textura original.
Un consejo adicional: “si la mancha es de grasa, espolvoreá un poco de talco o usá amoniaco diluido para absorber el exceso”, destacan desde el portal, consignó La Nación.
Cuidados para las sandalias de piel
Las sandalias de piel también requieren un tratamiento cuidadoso. El primer paso es retirar el polvo con un paño seco. Luego, mezclá agua tibia con jabón neutro, humedecé un trapo y limpiá con movimientos circulares.
En el caso de las manchas rebeldes, se puede utilizar un cepillo de dientes suave para frotar la superficie sin dañarla. Después, enjuagá con un paño limpio y dejá secar en un lugar ventilado, evitando la exposición directa al sol.
Una vez que estén secas, se recomienda aplicar una crema hidratante para cuero para mantener la flexibilidad del material.
Si el color se desvaneció, un truco útil es mezclar vinagre blanco y agua en partes iguales y aplicarlo a toques suaves para restaurar el tono original.
Un truco universal para todo tipo de sandalias
¿Existe un método que funcione para cualquier tipo de sandalia? Sí. Una mezcla de bicarbonato y vinagre blanco es ideal para materiales más resistentes como la goma o la tela. Solo hay que aplicar la pasta sobre la mancha, dejar actuar durante media hora y enjuagar con agua limpia.
Este sencillo truco elimina las manchas persistentes y devuelve el color original sin dañar la superficie, prolongando la vida útil del calzado.







