MESURA. Leito se retira del complejo. El presidente fue a hablar con el cuerpo técnico e intentó transmitir tranquilidad. LA GACETA / Analía Jaramillo
El clima en Atlético Tucumán empezó a enfriarse después de una semana en la que el club estuvo al borde del colapso interno. En horas de la mañana de este jueves, en el complejo "José Salmoiraghi", se concretó la esperada reunión entre los principales dirigentes (Mario Leito, Mario Ávila y Gonzalo Carrillo Leito), representantes de la secretaría técnica (Miguel Abbondándolo y Sebastián Longo), el cuerpo técnico encabezado por Lucas Pusineri y el plantel profesional.
La cita, que se extendió por más de una hora, buscó ponerle un punto final al conflicto que sacudió los cimientos del “Decano” luego del comunicado de los jugadores, del enojo de los hinchas y de las declaraciones cruzadas entre referentes y directivos.
A la salida del encuentro, Leito fue directo ante la consulta de LA GACETA. “Sigue, sigue. Pusineri continúa siendo el entrenador de Atlético Tucumán”, afirmó con un gesto serio, intentando dar por cerrado el capítulo de incertidumbre que había abierto las versiones de una posible salida del técnico.
El presidente agregó que los detalles de la charla quedarán en privado, aunque se mostró confiado en que el diálogo servirá para recomponer los vínculos. “Creo que esto va a comenzar a solucionarse puertas adentro”, sostuvo.
SECRETARÍA TÉCNICA. Abbondándolo sale del complejo luego de la reunión con el plantel. LA GACETA / Analía Jaramillo
Una semana de tensiones en 24 de Mayo y Chile
El encuentro fue la consecuencia de varios días agitados en el Monumental. Todo comenzó tras la derrota frente a San Lorenzo, cuando el plantel decidió no concentrar y, poco después, publicó un comunicado conjunto en el que expuso su malestar por las condiciones de trabajo y por lo que consideraron una “falta de acompañamiento dirigencial”.
“Esto no es un reclamo económico”, aclararon los futbolistas, en un texto que se viralizó rápidamente y generó un fuerte impacto en los hinchas. “Nos duele llegar a este punto, pero queremos un Atlético mejor”, cerraba el mensaje.
La respuesta no tardó en llegar. Declaraciones de Ignacio Golobisky, vicepresidente primero, reavivaron el fuego interno. Lo acusó de mentir y de generar un clima hostil, el capitán Guillermo “Bebe” Acosta, que no dudó en pedir públicamente una disculpa. “Lo que dijo generó un clima insoportable. En 12 años que llevo en el club, nunca viví algo así”, dijo el referente, visiblemente dolido.
LLAMADA. Mario Ávila prefirió mantenerse en silencio luego del cónclave. LA GACETA / Analía Jaramillo
Una tregua que busca reconstruir
El regreso a las prácticas del miércoles fue el primer paso hacia la normalidad. Pero el verdadero test era la reunión de hoy, en donde finalmente se encontraron las tres partes: jugadores, cuerpo técnico y dirigencia.
Según pudo saber LA GACETA, el ambiente fue más calmo de lo esperado. Se habló con franqueza, se expusieron diferencias y, sobre todo, se intentó dejar atrás los mensajes públicos que habían dañado la convivencia interna.
Pusineri, que se mantuvo sereno en medio de la tormenta, recibió el respaldo dirigencial y del plantel. El entrenador entiende que la única manera de reconstruir el vínculo es a través del trabajo y de los resultados.
El equipo volverá a entrenarse este jueves en el mismo predio, con la mirada puesta en el próximo compromiso por la Copa de la Liga.







