Pancitos de zanahoria y queso sin harinas para cuidar la salud intestinal

Un ingrediente secreto de estos panes ayuda a las personas que padecen estreñimiento y no es avena.

Pancitos de zanahoria y queso sin harinas para cuidar la salud intestinal
20 Octubre 2025

Si te resulta difícil resistirte a los productos elaborados con harinas, una buena alternativa es empezar a buscar reemplazos con platos sin harinas. Aunque la idea de cocinar sin este ingrediente suena como un desafío, la realidad es que hay muchas más recetas de las que se cree, que no tienen ningún tipo de harina. Estos pancitos pueden usarse tanto para las meriendas como para los almuerzos y cenas.

El ingrediente secreto es el garbanzo, una legumbre considerada entre el grupo de los superalimentos, rico en vitaminas, proteínas y minerales. Beneficia la salud cardiovascular porque su consumo diario puede mejorar el estado del corazón y reducir el colesterol. Previene la anemia porque es una buena fuente de hierro, mejora la digestión porque evita el estreñimiento y ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre.

Por otra parte, en una porción de 100 gramos de zanahorias hay apenas 41 calorías –una sola zanahoria pequeña de 14 centímetros tiene 20 calorías–. Es rica en betacaroteno que en el organismo se convierte en vitamina A o retinol. Esto sirve por su poder antioxidante con beneficios probados en la regeneración celular.

Cómo hacer pancitos de zanahoria con garbanzos

Estos panes se preparan con pocos ingredientes y no es una receta completa. Para hacerlos necesitarás dos zanahorias grandes, seis cucharadas grandes de garbanzos, dos huevos, una cucharadita de polvo para hornear y algunos condimentos a gusto para darle un toque más de sabor.

1. En primer lugar, lavá las zanahorias y quitales las cáscaras completamente con un pela papas o un cuchillo. Rallalas con un punto tan grueso como te guste. Si querés saborearla y que se reconozca más en el pan, entonces será conveniente un punto más grande en el rallado. Si tienen demasiado líquido, exprimilas un poco.

2. En el mismo recipiente, agregá las seis cucharadas soperas de garbanzos y pisalos integrándolos bien con las zanahorias. Si lo preferís, podés usar seis cucharadas comunes de zanahoria. Agregá también los huevos para ligar los ingredientes anteriores y el polvo para hornear.

3. Condimentá a gusto con sal, pimienta o hierbas. Una vez que te quede una pasta, armá pequeñas bolitas con ella. Llevalas a una placa aceitada levemente y después cociná en el horno entre 14 y 20 minutos –según el tamaño de tus bollitos–.

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