La economía local y los caminos rurales

Desde hace años las entidades ruralistas de Tucumán vienen reclamando por el deplorable estado de las rutas provinciales y de las vías secundarias. Las autoridades parecen no ver la relación entre los caminos y la economía: por ellos entran los insumos para producir, y salen las toneladas de lo producido. El productor debe atender su parte; pero el Estado es responsable del mantenimiento.

La economía local y los caminos rurales

Desde hace mucho tiempo los caminos rurales en Tucumán muestran una gran falta de mantenimiento. En muchos casos, las reparaciones son esporádicas y puntuales, por lo que todos los años las organizaciones agropecuarias repiten sus pedidos de mejoras de las vías de circulación, para que puedan mover la producción de la provincia. Este tema preocupa a los que nos gobiernan y a la sociedad.

Cada 5 de octubre se celebra el Día del Camino y la Educación Vial en la Argentina, para conmemorar la realización del Primer Congreso Panamericano de Carreteras, que se realizó en Buenos Aires, en 1925, con el objetivo de proyectar la construcción de caminos en América.

Los caminos rurales son vitales para que cualquier sistema productivo agropecuario funcione adecuadamente, ya que son las vías de acceso de todo lo que el campo necesita para producir y de salida de todos los bienes que se producen.

Tiempo atrás cuando el sistema de caminos rurales estaba más o menos conservado generalmente los problemas de circulación de camiones y maquinarias aparecían luego de lluvias torrenciales que se daban durante los veranos. Y los cortes ocasionados por las escorrentías eran solucionados en cuanto el fenómeno meteorológico terminaba.

Desde hace varios años la situación de muchos caminos es mala a tal punto que una pequeña llovizna los vuelve intransitables -y en algunos casos no se los puede transitar aun sin que haya llovido-.

De manera permanente, las entidades rurales manifiestan públicamente esta situación y hacen todo lo necesario para pedir a las autoridades que accionen. Pero resulta evidente que los caminos no son hoy una prioridad para las autoridades.

Los caminos son necesarios para que cualquier economía funcione adecuadamente. Empezando por la necesidad de que toda la logística y los insumos de producción lleguen a los campos y, por supuesto, para que luego puedan salir de ellos la gran cantidad de toneladas de todo lo producido.

A raíz de ello que hay que tener en cuenta la importancia de la producción agropecuaria provincial. El limón ocupa unas 40.000 hectáreas; de fruta fresca destinada a exportación y al mercado interno se producen unas 300.000 toneladas; y más de 1 millón de toneladas de fruta se destina a la industria. La producción cañera -la actividad agroindustrial más importante en Tucumán, económicamente hablando-, se desenvuelve en 300.000 hectáreas que producen aproximadamente, 1,6 millón de toneladas de azúcar equivalente, para lo cual hay que transportar por esas rutas y caminos valores mayores a las 18 millones de toneladas de caña con destino a los trapiches de los ingenios.

En granos se alcanzan casi unas 180.000 hectáreas en soja; alrededor de 80.000 hectáreas en maíz, y unas 20.000 hectáreas de poroto, en cuanto a cultivos de verano. A esto se suman unas 80.000 hectáreas de trigo y más o menos unas 15.000 de garbanzo.

Con los rendimientos promedios se puede hablar de casi unas 2 millones de toneladas de grano al año.

Todo esto nos debería dar una idea de la gran necesidad de que camiones, maquinarias y vehículos se muevan por esas rutas.

Veranos lluviosos

Todos los años Tucumán enfrenta veranos lluviosos, que ponen de manifiesto la fragilidad de los caminos.

Las lluvias están apareciendo, pero reparar los caminos -en especial, los rurales- resulta vital. Sobre todo aquellos por los cuales no se pueden circular durante el período de lluvias. Lo peor es que muchos caminos del campo tucumano funcionan como verdaderos ríos.

El área productiva provincial necesita caminos rurales en condiciones para tener una perfecta conectividad, sumada las obras de infraestructura que también necesitan reparaciones, como puentes y alcantarillas.

Es primordial que los caminos reciban mantenimiento adecuado, algo que hoy no sucede.

Según el caso, el pavimento debería estar en condiciones y el enripiado debería ser adecuado. Además, el ancho debería permitir que el agua que corre sobre ellos no genere daños importantes. En paralelo, se deben hacer las obras de infraestructura necesarias y el mantenimiento en cauces de ríos. Estas tareas deben ser prioritarias para el Estado.

Es necesario recalcar que no debemos dejar de lado la responsabilidad del productor. Este debe manejar sus campos en forma correcta, para que se minimicen los daños que causa el agua en sus predios.

Debido a ello, el trabajo en conjunto entre Estado y productores resulta indispensable para mantener las vías de comunicación de acuerdo a las necesidades. Se debería tomar el ejemplo de un tiempo atrás, cuando el Estado y los productores colaboraban en los consorcios camineros.

Temas Tucumán
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios