Así fue la increíble aventura para llegar hasta Dolores, la ganadora del auto 0 km de los Números de Oro de LA GACETA
La historia de esta travesía comenzó como una búsqueda del tesoro en pleno mediodía. Con una dirección escrita en un cupón y la emoción a flor de piel, el equipo de LA GACETA emprendió el recorrido tras el sorteo y la verificación de datos por parte del escribano. Se confirmó que la afortunada era una mujer residente en San Miguel de Tucumán, más precisamente en la calle Santa Fe al 1.800. Así, bajo un sol que ya pegaba fuerte, los periodistas de nuestro diario fueron puerta por puerta preguntando por Dolores Castillo, la misteriosa ganadora del Chevrolet Onix 0 km de los Números de Oro.
-“No, no la conozco”, repetían vecinos y comerciantes, entre curiosos y sorprendidos por la presencia de las cámaras de LG Play. El panadero negó con la cabeza; en la gomería tampoco tenían pistas. Pero el nombre de Dolores empezaba a resonar en cada cuadra como si se tratara de una figura legendaria que todos estaban a punto de conocer.
Entonces, la clave apareció de golpe: una sobrina salió a la puerta. “Está trabajando. Es contadora. Tiene 78 años”, dijo. Y reveló no solo el paradero de la mujer, sino también parte de su historia. Jubilada, sí, pero todavía en actividad porque, como ella misma contaría después, “me gusta trabajar, me hace sentir bien, es como estar en familia”.
Mientras el equipo se reorganizaba para ir a Yerba Buena, en la calle Acassuso, la emoción crecía. Había que encontrarla, claro, antes de que terminara su jornada laboral. La sobrina, temiendo un sobresalto por la emoción, ya le había avisado la noticia con delicadeza. “Tía, sentate. Tengo que contarte algo importante”. Dolores se enteró en su lugar de trabajo, y, según relataron, casi no podía creerlo.
Finalmente, tras idas y vueltas por direcciones que parecían desvanecerse entre números cambiados y carteles de “Nos mudamos”, apareció la casa verde. Una vecina lo confirmó. “Sí, acá trabaja Dolores. Es una excelente persona, un encanto de mujer”. La puerta se abrió y allí estaba ella, sonriente, tranquila, como si hubiese estado esperando ese momento toda la vida.
GANADORA. Dolores Castillo / FOTO ANALÍA JARAMILLO
El encuentro
Dolores Castillo recibió al equipo con la naturalidad de quien no se deja sorprender fácilmente… aunque sus ojos brillaban. “Soy contadora, me gusta trabajar. Acá estoy hace 20 años. Justo en septiembre cumplí 20 desde que me jubilé”, contó, rodeada de sus compañeras, que la abrazaban felices.
Al lado de la oficina, su Gol gris modelo 2008 esperaba bajo la sombra. “Esta mañana le decía a mi mecánico que la única forma de cambiarlo era sacándome el auto de LA GACETA”. Y como si el destino le hubiera escuchado, horas después cumplía ese deseo. Con el teléfono en altavoz, llamó a su mecánico de confianza, para darle la noticia en vivo.
-“¿Se acuerda que yo le decía que solo ganando el auto de La Gaceta podía cambiarlo? Bueno, me lo gané”.
La reacción, por supuesto, fue inmediata: “¡Qué suerte, Dolores! ¡Felicidades!”, celebró él.
Dolores contó que compra el diario todos los días desde hace décadas, una costumbre que heredó de su padre. “Hace años que participo de los Números de Oro. Hace unos meses también me gané $260.000 de Gas Market. No sé si es suerte, constancia o las dos cosas”, dijo con humildad.
Una mujer activa, querida y afortunada
A sus 78 años, Dolores es un ejemplo de vitalidad. “Trabajo porque quiero estar activa y actualizada, no me gusta quedarme quieta”, explicó. Sus compañeras la describieron como generosa, experta y muy querida en el estudio contable donde pasa gran parte de sus días. Después de trabajar, incluso, va a hacer gimnasia.
Y como buena historia, se cerró como empezó: con emoción compartida. Vecinos, colegas y familiares celebraron junto a ella. Dolores no solo se llevó un auto nuevo, también regaló una historia llena de alegría, perseverancia y ternura.






