Este hábito es más efectivo que dormir ocho horas para mejorar tu sueño

Aunque la cantidad de horas dormidas sea un factor de relevancia para tener un sueño de calidad, un estudio determinó que este hábito puede ser más determinante.

Un estudio reveló cuál es el hábito determinante para un descanso reparador. Un estudio reveló cuál es el hábito determinante para un descanso reparador.
11 Octubre 2025

Oímos con frecuencia que para disfrutar de un descanso reparador, debemos dormir entre seis u ocho horas. Pero estudios recientes determinaron que este factor no es el único que debemos cuidar a la hora de buscar un buen descanso, ya que existe otro hábito determinante.

Muchas rutinas cotidianas están directamente vinculadas a una calidad del sueño deficiente. Cenar tarde, tener horarios cambiantes, el uso de pantallas durante las horas finales del día, y mantener agendas agotadoras son algunos de los factores que más afectan nuestro descanso. Pero hay uno de ellos que resulta más alarmante: ser irregulares en nuestros horarios para ir a la cama. 

Horarios regulares para dormir, un hábito importante

Aunque tradicionalmente se recomendó que una persona promedio debe dormir entre seis y ocho horas al día, estudios recientes indican que el hábito de acostarse y levantarse siempre a la misma hora es más importante para la calidad del sueño que la cantidad de horas dormidas. Mantener una rutina constante ayuda a regular el reloj biológico, lo que facilita conciliar el sueño y tener un descanso más profundo y reparador.

El estudio enfocado en personas mayores, fue publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. Mientras que otra investigación de la revista Sleep, citada por The Objective, ya había vinculado la regularidad en el sueño con minimizar riesgos de muerte. En ella, además, insisten en que duraciones anormales –por largas o por cortas– del sueño, se vinculan a mayores riesgos de mortalidad prematura.

Por qué es importante dormir en el mismo horario

La consistencia en los horarios de sueño fortalece el ritmo circadiano, el ciclo natural de vigilia y sueño del cuerpo. Este ritmo afecta no solo cómo dormimos, sino también cómo funcionamos durante el día. Un horario irregular puede desincronizar este ciclo, resultando en dificultades para conciliar el sueño, despertares frecuentes durante la noche y una menor calidad de descanso. En contraste, acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, puede mejorar significativamente la calidad del sueño y la salud general.

La cantidad de sueño es importante. Sin embargo, se vincula también un descanso de calidad a la consistencia de los horarios de sueño. Adoptar una rutina regular para acostarse y levantarse, junto con la creación de un ambiente propicio para el descanso y la eliminación de hábitos disruptivos, puede marcar la diferencia entre un sueño fragmentado y un descanso verdaderamente reparador.

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