CAMBIO DE ROLES. Octaviano Vera pasó de diputado a gobernador.
El voto universal (a medias, porque no contemplaba a las mujeres), secreto y obligatorio consagrado por la Ley Sáenz Peña aseguró elecciones verdaderamente limpias. Sin fraudes ni proscripciones de por medio, la Unión Cívica Radical quebró 50 años de orden conservador y llevó a la presidencia a Hipólito Yrigoyen para el período 1916-1922. El país se pintaba con los colores de la UCR, al igual que Tucumán. En 1916 habían llegado al congreso los primeros diputados radicales tucumanos, Martín Berho y Pedro León Cornet, y al año siguiente Juan Bautista Bascary conquistaría la gobernación de la provincia.
Pero lo que nos ocupa en esta serie son las elecciones de medio término y las primeras celebradas bajo este flamante esquema de poder tuvieron lugar el 3 de mayo de 1918. Fue otra victoria contundente de la UCR a nivel nacional (46,9%), números que se replicaron en Tucumán. De las cinco bancas que se renovaban, cuatro fueron para el radicalismo. La restante, del Partido Liberal, quedó en poder de Ernesto Padilla, quien acababa de dejar la gobernación y regresaba al Congreso, donde había sobresalido durante la década anterior.
Eduardo Padilla, Carlos Uttinger, Miguel Aráoz y Octaviano Vera conquistaron esos escaños para la UCR, aunque el destino de estos dirigentes sería de lo más dispar. Padilla murió en el ejercicio del cargo en 1921 (no fue reemplazado), mientras que Vera renunció a la Cámara el 1 de febrero de 1922 con una razón de peso: al día siguiente asumió la gobernación de la provincia. Por su parte, Aráoz era un destacado cuadro político monterizo que llegó a ser vicerrector de la UNT y presidente del Colegio de Abogados.
Tragedia
En cuanto a Uttinger, su historia quedó signada por la tragedia. Amigo de Yrigoyen, fue pionero en la militancia en Tucumán. En 1914 le había faltado poco para ser el primer diputado radical por Tucumán y cuatro años más tarde encontró el desquite. Se incorporó a la Cámara el 2 de mayo y fue designado vicepresidente segundo, pero poco después, el 16 de julio de 1918, falleció en un accidente automovilístico. Para reemplazarlo, tras una elección complementaria el escaño fue para el liberal León Rougés.
Queda una segunda elección de medio término en este período. El 7 de marzo de 1920 Tucumán renovaba dos bancas, obtenidas por los radicales José Luis Aráoz y Ernesto M. del Moral. Fue otra victoria arrolladora de la UCR a nivel nacional, aunque en la provincia ya se notaban signos de ruptura en el partido. Poco después esas internas le costarían muy caro.








