Como la hipertensión, la hipotensión arterial también demanda una rápida reacción

Si bien el episodio médico no es tan común, sus consecuencias pueden ser fatales.

Como la hipertensión, la hipotensión arterial también demanda una rápida reacción
11 Octubre 2025

Si bien se sufre más de presión arterial alta (hipertensión), mucha gente puede experimentar un episodio de presión baja (hipotensión). La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay alrededor de 1280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión en todo el mundo, pero el dato no es tan preciso en la condición opuesta porque no se considera como una enfermedad de alta prevalencia.

Las recomendaciones, aunque el episodio médico no es tan común, hay que conocerlas porque de no saber controlarlo, puede ser mortal y transformarse en una emergencia médica comparable a la hipertensión, advirtieron especialistas de Cleveland Clinic. 

La prestigiosa institución estadounidense que trabaja sin fines de lucro apunta que la cifra ideal ronda los 120/80 mmHg (milímetros de mercurio), mientras que valores inferiores a una presión de 90/60 mmHg ya se consideran bajos. 

Detectar oportunamente este problema resulta fundamental, ya que una caída brusca puede privar a los órganos de oxígeno y, en casos graves, producir shock. Los médicos recomiendan actuar sin demora. 

¿Qué hacer?

Acostarse o sentarse de inmediato, es la primera acción. Esta posición facilita el retorno de la sangre al corazón y reduce el riesgo de desmayos y caídas. La hidratación resulta clave. La sangre está compuesta mayoritariamente por agua y la deshidratación reduce el volumen sanguíneo, agravando la hipotensión. Beber agua contribuye a restablecer el volumen sanguíneo y mejorar la circulación.

Activar los músculos también puede ayudar. Acciones como apretar una pelota antiestrés, tensar las piernas o cerrar el puño con fuerza favorecen el retorno venoso y pueden contribuir a elevar la presión. El café puede proporcionar un estímulo temporal gracias a la cafeína, aunque su eficacia depende de la tolerancia individual y de los hábitos de consumo. 

Además, refrescarse en ambientes calurosos puede resultar esencial, ya que el calor dilata los vasos sanguíneos y facilita la caída de la presión. Buscar un lugar fresco y beber agua ayudan a contrarrestar este efecto.

La situación se convierte en crítica, es decir cuando hay que acudir a la guardia médica, al momento en que el paciente tiene los siguientes síntomas: desmayo, piel fría y húmeda, palidez extrema, latido cardíaco débil y rápido o respiración superficial.

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