Para el Gobierno fue un día de miércoles. Las tensiones cambiarias persisten y, por eso, el Tesoro tuvo que salir con fuerza a vender divisas, con el fin de que el tipo de cambio no se dispare aún más. La brecha cambiaria roza el 11% y el Riesgo País sigue por encima de los 1.230 puntos básicos. Por si esto fuera poco, al cierre de septiembre se conoció que la recaudación de impuestos nacionales cayó en torno de un 8,5%, fundamentalmente por efecto de las “retenciones cero”. El mercado, en ese sentido, reclama medidas concretas, más que promesas de desembolsos de dólares por parte de Estados Unidos.
Con el fuerte rebote técnico a partir del respaldo del secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent quedando ya atrás, se extiende la debilidad de los activos domésticos, dentro de un clima donde vienen en ascenso las inquietudes frente a la dinámica cambiaria y la poca claridad respecto los posibles resultados de octubre, señala el economista Gustavo Ber. A ello se suman diversas restricciones en las últimas ruedas que vienen acelerando el reacomodamiento del dólar, mientras los operadores monitorean eventuales ventas oficiales que podrían estar llevándose adelante mientras se van “tachando” las ruedas que restan hasta las elecciones. Dicha estrategia está acentuando la cautela de los inversores, toda vez que se sigue ansiando una migración hacia un régimen de mayor flotación que permita acumular reservas.
Tras el aluvión de divisas del campo de las últimas ruedas, y en medio de cálculos sobre cuantas habría podido comprar el Tesoro, el dólar mayorista acelera su deslizamiento por encima de los $ 1.400. “Crece la expectativa de que post octubre debería abrirse espacio a un esquema cambiario más libre, que permita a través de la flotación buscar un nuevo equilibrio del dólar, y así dejar espacio a una sostenida compra de reservas para la normalización del Riesgo País”, puntualiza el analista del mercado.
Las cotizaciones
¿Qué pasó con las cotizaciones del dólar? En el Banco Nación, el oficial terminó ofrecido a $ 1.450 para la venta, lo que significó un aumento de $ 50 respecto de la jornada anterior.
De acuerdo con el promedio de entidades financieras relevado por el Banco Central, la divisa finalizó a $ 1.456,89 para la venta y $ 1.403,13 para la compra, lo que implicó un alza de $ 50,10.
En el segmento informal, el dólar “blue” alcanzó un máximo intradiario de $1.475, aunque moderó la suba hacia el cierre y terminó operado en $1.460 para la venta, con un incremento de $15.
Los dólares financieros también acompañaron la tendencia alcista. El MEP se ubicó en $ 1.517,49, es decir, $ 20,47 por encima del martes. A la par, el Contado con Liquidación (CCL) avanzó hasta los $1.565,08, con un aumento diario de $ 23,31.
Con estos valores, la brecha entre el dólar oficial mayorista y el CCL se ubicó en 9,8%, un nivel que se mantiene dentro del rango señalado por analistas la semana pasada, cuando el Banco Central adoptó una normativa destinada a limitar el llamado “rulo” cambiario, mecanismo que aprovecha la diferencia entre la compra de dólares oficiales más baratos y su reventa en el mercado financiero a precios más altos.
Que el spot se haya mantenido prácticamente inmóvil durante toda la rueda en $ 1.425 evidencia que el Tesoro habría defendido este valor con ventas, indica el reporte diario de Portfolio Personal Inversiones (PPI). Se estima que los montos negociados rondarían entre los U$S 300 millones y los U$S 450 millones, sin ninguna fuente oficial habiendo hecho referencia al tópico por el momento. En perspectiva, el dólar oficial se ubicó 3,9% por debajo de la banda superior ($1.481,20). En contraste, el contado con liquidación culminó 6,3% por encima de ese límite, detalla el informe diario sobre el comportamiento del mercado.








