Lula en la ONU. FOTO X @LulaOficial
En la apertura del debate de líderes de Naciones Unidas (ONU), el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cuestionó duramente la política internacional de su par estadounidense, Donald Trump, aunque sin nombrarlo directamente. "Los ataques contra la soberanía, las sanciones arbitrarias y las intervenciones unilaterales se están convirtiendo en la norma", advirtió el mandatario brasileño durante su discurso, que se extendió por más de 40 minutos.
Lula abordó una amplia agenda de temas globales: desde la urgencia de combatir el hambre, la necesidad de regular Internet y la inteligencia artificial, hasta la resolución de los conflictos en Gaza y Ucrania, el calentamiento global y las crecientes tensiones en el comercio internacional. En este último punto, fue enfático al referirse a los aranceles recíprocos impuestos por la administración Trump, que afectan particularmente a Brasil.
El líder brasileño se mostró como un fuerte crítico del enfoque unilateral en las relaciones exteriores, promovido por Trump, y se posicionó como defensor de un modelo basado en el multilateralismo, con especial atención a “la voz del sur global”, consignó el diario "Ámbito".
En un momento de particular tensión con Washington por los aranceles del 50% impuestos al país sudamericano, Lula no ocultó su malestar y planteó que el mundo necesita otro tipo de liderazgo. Cuestionó la hegemonía de potencias tradicionales y se presentó como una alternativa: "La ONU simboliza la máxima expresión de la paz y la prosperidad. Sin embargo, los ideales que la fundaron están hoy más amenazados que nunca. El multilateralismo se encuentra en una encrucijada", afirmó al comienzo de su intervención.
El momento más confrontativo llegó cuando denunció un “ataque sin precedentes” a las instituciones brasileñas, haciendo referencia a lo que consideró una injerencia externa: "La agresión contra la independencia del poder judicial es inaceptable. Esta interferencia en asuntos nacionales se ve asistida por una derecha extrema sometida, que siente nostalgia por las hegemonías del pasado".
En una alusión directa a la situación interna y el reciente fallo judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro -aliado de Trump-, Lula aseguró: "Brasil ha enviado un mensaje claro a los autócratas en ciernes y a quienes los apoyan. Nuestra democracia y nuestra soberanía no se regatean".
Finalmente, en su diagnóstico sobre el comercio internacional, el presidente brasileño fue contundente: "Pocos sectores han sufrido tanto deterioro como el sistema de comercio multilateral. Las medidas unilaterales han vaciado de contenido los principios fundamentales, alterando cadenas de valor y sumiendo la economía global en una espiral de altos precios y estancamiento. Es urgente refundar la OMC".







