En Tucumán, la liquidación de soja y maíz ha sido mayor respecto del nivel nacional. Mientras que en el país han sido vendidos aproximadamente el 75% de la soja y entre un 50% y 55% del maíz, en la provincia estos porcentajes fueron superiores, de acuerdo con estimaciones del sector. En el caso de la oleaginosa, las cifras se ubicaron entre el 80% y el 85%; mientras que para el cereal se registró una comercialización por encima del 75%, es decir, alrededor de 20 puntos porcentuales de diferencia en los dos cultivos, según fuentes del mercado de granos local. Con estas referencias, los stocks o existencias aún sin comercializar adquieren relevancia entre los productores a la hora de evaluar el impacto de la suspensión temporal de las retenciones a los granos y subproductos -sumaron a carnes bovinas y avícolas-, medida anunciada ayer por la mañana por el vocero presidencial, Manuel Adorni. “Esto beneficiará solo a quienes aún tienen granos para vender, que no es un gran porcentaje en la región. Y solo durará hasta el 31 de octubre”, coincidieron productores, economistas y otros actores relacionados con el arco productivo de Tucumán consultados por LA GACETA.
El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, junto con su equipo, se reunió en la misma jornada con representantes de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y confirmó la decisión de eliminar estos impuestos hasta el 31 de octubre, días después de las elecciones legislativas en el país. El objetivo: lograr ingresos por U$S7.000 millones para elevar las reservas y asegurar disponibilidad de pago de deuda.
Ante ello, el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), José Frías Silva (h), reconoció que la noticia había sorprendido “por la forma en la que salía”. Pero aclaró: “Si bien en el sector siempre celebramos la baja de retenciones, porque creemos y tenemos la convicción de que deben desaparecer para siempre, no estamos a favor de medidas temporarias”.
“Lo que vemos ahora es una eliminación con fecha límite, algo que ya vivimos hace poco tiempo y que lamentablemente no tuvo los resultados que esperábamos. Sí, es cierto que se logró una mayor venta, y desde ese punto de vista el Gobierno nacional cumplió su objetivo. Sin embargo, el productor, que es el último eslabón de la cadena, no obtuvo los réditos esperados”, comparó con relación a la baja anterior de los aranceles a los derechos de exportación. El gobierno libertario restituyó a fines de julio la reducción de la carga impositiva sobre el maíz, de 12% a 9,30; el sorgo, de 12% a 9,30%; el girasol, de 7,5% y 5% al 5,5% y 4%; de la soja, del 33% al 26%; y a los subproductos de soja, del 31% al 24,5% -alícuotas que habían estado en vigencia durante el primer semestre de 2025-.
Pero lo que “se gana por un lado, se pierde por el otro”. El dirigente rural dejó en claro que la eliminación temporal de las retenciones podría tener en los próximos meses un doble efecto en la cadena de comercialización. “Hoy los exportadores -que son los que liquidan los granos para poder exportarlos- tienen que salir a comprar. Y cuando hay un exceso de oferta, eso presiona a la baja los precios. Entonces, esa ventaja que en teoría íbamos a tener por no pagar retenciones, se termina diluyendo”, concluyó.
“Estamos 100% de acuerdo con la eliminación, pero basta de parches. En el acto de la Expo, lo dijimos: estas medidas no nos sirven y necesitamos previsibilidad. Esto de ponerle una fecha límite, es un problema serio. El campo está mal, atraviesa una situación muy complicada”, prosiguió.
Pese a ese contexto, Frías Silva respaldó el rumbo económico del gobierno de Javier Milei ante “el desequilibrio” que generaron las últimas leyes aprobadas en el Congreso Nacional, entre ellas, la emergencia en discapacidad, el financiamiento de las universidades y del hospital Garrahan y la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). “Están rompiendo (el esquema económico) para demostrar que tiene poder. Lamentablemente, al Presidente no le queda otra que el parche”, criticó, al señalar a la oposición.
Se liquidó gran parte
El presidente de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), Hugo Meloni, hizo hincapié en que “la gran mayoría de los productores, entre el 70 y el 80%, ya vendió toda su producción”. “Venimos de tres campañas muy malas, y eso obligó a muchos a liquidar para poder pagar deudas anteriores y las de esta temporada. Entonces, hay bajo stock disponible y pocos podrán realmente aprovechar esta mejora, que además tiene fecha límite”, acotó.
El dirigente coincidió en que es “positiva” la suspensión de las retenciones a la soja, maíz, trigo, cebada, sorgo y girasol. Sin embargo, recalcó que la Asociación “viene pidiendo desde hace tiempo una eliminación definitiva”. “Nos resistimos a aceptar medidas temporales. Ya lo hemos visto antes: las retenciones se modifican según las necesidades del gobierno, pero a la larga siempre vuelven a subir”, añadió. Además, dijo que “esta disposición, en la práctica, termina beneficiando más a las cerealeras, las grandes exportadoras, que al productor”.
Meloni alertó que “si las retenciones no bajan a cero y eso se mantiene, la próxima campaña va a ser muy complicada”. “Muchos productores están evaluando seriamente no sembrar porque los números no dan”, manifestó, al tener en cuenta la incidencia en los planes de producción coste del flete a los puertos, los aumentos de los combustibles y otras variables de los costos.
Felipe Goizueta, productor del este tucumano, advirtió que la medida “llega tarde para los medianos y chicos” del Norte. “A fines de septiembre, el productor que tiene algo de stock es la excepción. Ya se vendió casi todo. Venimos de campañas erráticas, con muy bajos rindes. Hay empresas grandes que pueden guardar grano, pero la mayoría de los productores ya liquidó para pagar deudas”, apuntó.
Remarcó que, si hay una región que necesita retenciones cero, es el NOA. “El 70 o 75% de los campos se trabaja bajo arriendo. Es decir, el productor arranca el ciclo ya endeudado. No sembró un grano y ya debe el alquiler. Si a eso le sumás la distancia a puerto y la variabilidad climática, es prácticamente inviable”.
Goizueta cuestionó además el anuncio sorpresivo: “Nadie lo esperaba. Ni las entidades nacionales estaban al tanto. Yo, por ejemplo, vendí soja y maíz hace 10 días para cumplir compromisos. La falta de previsibilidad hace que el productor pierda plata. No se puede planificar así”.










